En el artículo anterior te hablé, a grandes rasgos, de cómo tu papel —tu responsabilidad— evoluciona a la par con tu crecimiento, con la maduración de tu atractivo. Si quieres darle un repaso para refrescarte las ideas visita el artículo: ¿Cuál es tu papel? 1/5, aquí nos centraremos en relaciones sólidas.
Bien, aclarado esto, es importante también saber que tu relación con las mujeres —igual que con hombres, igual que con todo tipo de cosas que construyes en tu vida—, lo ideal, es ir al largo plazo.
Mentalidad atractiva
Hay una frase también muy socorrida que es:
Apunta a las estrellas y llegarás a la luna.
Si tú, con una chica que te atrae, apuntas a que te quieres acostar con ella…
—¡Ojo! Puede pasar. Puedes hacerlo bien, puedes tener estrategias, técnicas, artimañas, ¿vale?
Puedes tener lo que quieras y puede pasar. Pero estaremos de acuerdo en que apuntar a la luna para llegar a la luna tiene menos posibilidades. Si apuntas a las estrellas… ¡Qué vamos! La luna… es que es un medio, es un mínimo para conseguirlo. Estamos hablando de un mínimo.
¿Cómo se relaciona esto con la interacción con una mujer, en este caso?
Pues que, con esa mujer, evidentemente —y digo que si le propones sexo, puede que funcione—, va a funcionar mucho más cuando ella percibe que no hay sólo sexo, no hay sólo una noche, no hay un aquí y ahora —que el aquí y ahora puede ser importante pero no un «sólo» aquí y ahora sino que hay una proyección de futuro, un algo más.
Puede que, incluso, la posibilidad de una relación sólida, ¿vale? No es algo cerrado. Y, de hecho, es imposible que sepas si quieres una relación sólida o no con la persona que acabas de conocer —por muy atractiva que sea, por muy buen sexo que tenga y por muy guay que parezca.
Porque te diré una cosa: tanto tú… como ellas, al principio, te van a enseñar su mejor cara. Van a buscar gustarte lo máximo posible. Pero es el día día, es el paso del tiempo el que decide al final si dices: —¡Ostras! Esta chica me había vendido esto y me ha “tangao”— y viceversa, ella pensará lo mismo, dirá: —¡Oye! Aquí… esto molaba mucho y aquí empiezo a ver incongruencias, irregularidades.
Es normal, nos gusta mostrar nuestra mejor cara —igual que en las entrevistas de trabajo, igual que para todo tipo, por así decirlo, de examen, de situación, de prueba en la vida, ¿de acuerdo…? (En la cual queremos conseguir algo).
Entonces, como hombre —además de saber cuál es tu rol y y aplicando ese rol— vamos a utilizar la idea de que no es sólo para aquí y ahora, para una noche, para tal… sino que es algo a largo plazo, que queremos relaciones duraderas, relaciones sólidas.
No significa eso que busquemos una novia. Podemos tener amigas con derechos en el largo plazo. Una amiga “para toda la vida”, ¿no? Con la cual podamos tener sexo intermitente, continuo o haberlo tenido y no volver a tenerlo o no tenerlo —no haberlo tenido todavía— y acabar teniéndolo… ¡En fin! Que las posibilidades son infinitas, pero hay que pensar en construir cosas que aportan a tu vida.
Por qué las relaciones sólidas multiplican
Una mujer es alguien que te puede aportar muchísimo a tu vida, ¡muchísimo! Y a todos los niveles, tanto positivo como negativo. De manera que, cuando mejor construyas, por un lado, vas a tender a conseguir mujeres que te apoyen más y mejor y, en el caso de que no, va ser mucho más lícito deshacerte, decir: —Mira, lo siento pero no entras en mis planes. Yo esto no lo necesito— y va a ser mucho más congruente. Ella va a decir: —Pues tienes razón. Es verdad que yo vengo aquí a “dar por culo” y tú no toleras eso— porque tácitamente está clarísimo. Porque tu actuación ha sido congruente con: —yo vengo aquí a aportar y a que me aporten. No vengo aquí ni a aprovecharme ni a que se aprovechen de mí— en el sentido peyorativo, en el sentido de quitar, de restar.
Aquí venimos a sumar, como mínimo —idealmente multiplicar— y, utilizando esta misma analogía, tener sexo ocasional puede que sume, pero desde luego, una relación a largo plazo —y digo relación, no necesariamente, de pareja sino de tener un contacto con esa persona que te pueda aportar en muchas otras facetas, no sólo en el sexo— multiplica. Y los multiplicadores son brutales. Mientras no multipliquen por 0, son brutales. El problema es como multipliquen por 0… que la cosa tiende a 0, ¿vale?
Hasta aquí el artículo de la semana —recuerda que puedes acceder al la primera parte del artículo: estadios de evolución y no olvides suscribirte, si aún no lo has hecho, para recibir los próximos artículos.
Continuará: ¿Cúal es tu papel? Céntrate en tu trabajo —parte 3 de 5.
Un fuerte abrazo y te espero la semana que viene con el siguiente artículo.
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