Primera participación de una Atractora
- Participación femenina:
- ¿Amplitud de miras?
- ¿Caemos en un bucle si no lo hacemos?
- ¿Método completo?
- ¿Falta educación emocional?
- Hombres educados en la fortaleza — imposición cultural.
- No demostrar debilidad: Vulnerabilidad — Nenaza.
- ¿Necesidad de expresar debilidad como vía de escape?
- ¿Debilidad resta valor?
- ¿Vulnerabilidad = conexión?
- ¿Llorar te hace menos hombres?
- ¿Carga/Presión tras esta filosofía?
- ¿Eres capaz de integrar lo que eres con lo que quieres llegar a ser?
- ¿Habilidades suficientes para hacerlo sin frustrarte? Resiliencia
- ¿Transformarte sin perderte en el proceso?
- Convertirte en un prototipo sin humanidad — Restar más que sumar.
Atractor. El podcast de referencia en atracción. Para ti, hombre, que quieres alcanzar tu máximo potencial y ser tu mejor versión. Aquella que te hace sentirte realizado al afectar positivamente la vida de las personas que te rodean, expandiendo a cada paso tu área de influencia
Os dejo con Ray Havana
Muy buenas, atractor. Bienvenido al capítulo 18 del podcast Atractor. El podcast de referencia en atracción. Hoy, por fin, ya tenemos una atractora que nos ha hecho una preguntaca. La verdad es que es tan densa que este podcast ha sido bastante largo. No me quiero extender mucho aquí. Solo voy a decir que la pregunta va sobre vulnerabilidad masculina.
Va sobre si las mujeres tienen algo que ver en este encierro y la filosofía. Si este sistema, si esta forma de vivir la vida puede ser incluso algo contraproducente. De decir es brutal, estoy muy contento de tener participación femenina y, por supuesto a este nivel. No quiero extenderme ahora. Lo vais a ver en un instante. Hoy, no voy a hablar de la filosofía porque está perfectamente tratado. Voy a ir directamente la reseña de Juan Carlos que se titula: “Crecimiento” y dice así
“Este podcast es básicamente el shoot de realidad en lo hablado y además acompañado por los pueblos conceptos que manejas. En mis pláticas con mujeres interactuando y aprendiendo con ellas, en ocasiones me descubro a punto de estropearlo todo yendo al alago común o a la frase típica. Tu blog me ayuda a recordar cuál es el camino. Lo que sí me parece, es muy real. Como por ejemplo cuando nos recuerdas que una mujer sexualmente muy atractiva tiene sus necesidades sexuales más que cubiertas y al decirte que no sale con nadie es porque busca a una persona que pueda aportarle algo más que sexo ya que le sobran voluntarios”
Aquí voy a matizar una cosita. Normalmente, no lo hago. Pero como es un ejemplo. No es que estén cubiertas sexualmente. Al final lo dices. Necesitan algo que les aporte emocionalmente. Efectivamente, tienen muchos voluntarios para satisfacerlas físicamente. Pero una mujer atractiva que tiene los estándares altos y que tienen mucho de donde escoger, no se conforma con un buen polvo. Necesita algo más. Eso es algo que yo quiero remarcar y mucho. Continúa
“Hacía falta un podcast así. Lo he esperado mucho tiempo sin éxito. Si lo que quieres es mejorar tus habilidades sociales con las mujeres, escucha los pasos de forma completa, procesal e intuitiva”
Buenos, Juan Carlos. Muchas gracias por tu comentario. La verdad es que esa reseña me da la vida. Ya sabéis. Podéis dejarme vuestra reseña en atraidasporti.com/atractor. Ahí, encontraréis el apartado donde clicar y dejarme vuestra reseña. Además, me puedes grabar tu pregunta. Como puedes ver, ahora estoy haciendo preguntas lunes y miércoles. Es decir, estoy a full. Más probabilidades de que tu respuesta no se quede en el limbo. Eso sí, eso sí. Atento a cómo se ha hecho la pregunta de hoy porque hay muchas pistas muy interesantes de cómo hacer preguntas de nivel…
La semana pasada: “Oh, my God!” Si quieres colaborar, puedes hacer lo mismo. Me puedes mandar un email a [email protected], contacta conmigo y etc. Estoy recibiendo emails muy interesantes de colaboraciones, de aportaciones y puede que pronto se perciba algo en el ambiente. No voy a decir más porque todavía está en el aire. Decirte que también entrando a atraidaspor ti.com tienes un vídeo-curso gratuito en el cual son cuatro entregas y vas a aprender un montón de cosas.
Si es que todavía no estás inscrito, yo te recomiendo que formes parte de este cambio magnético. Por descontado, decirte que el campamento de verano llamado Verano Magnético con sólo seis plazas, pero la verdad es que ya solo quedan cuatro. Para tu información. Pero está abierto, por ahora, solo para los que estáis suscritos y el tiempo apremia. Quedan unos cuantos días para que la cosa se encarezca. Si quieres más información, ya sabes dónde tienes que ir. Yo no me enrollo más porque estas preguntitas de nuestra impresionante atractora tienen telita. Adelante, atractora:
Hola, Ray. Hola, atractores. Soy la atractora de la que os hablaba Ray la semana pasada. He decidido finalmente grabar mis preguntas y un poco mis reflexiones. No quiero decir mi nombre porque no me apetece. Tengo mis motivos personales que ya le he comentado a Ray por email. De todas formas, no es lo más importante, sino lo que podemos compartir, lo que yo puedo a lo mejor puedo aportaros a vosotros y lo que vosotros me podéis aportar a mí. Principalmente Ray, que es al que le hago las preguntas. Pero estoy segura de que nos servirá a todos
Lo primero que he de decir es que yo conozco este método porque, como le dije también a Ray, tuve una experiencia directa personal con un chico con el que tuve una relación. Es decir, conozco el método, pero no profundamente. Yo he sabido de su existencia. Me he documentado durante bastante tiempo, pero no soy una fiel seguidora. Esto, dejarlo claro. Dejando eso a un lado, una de las cosas que le he comentado a Ray es que creo que la participación femenina, en este caso, creo que también es necesaria porque caemos siempre en escuchar testimonios parecidos, situaciones parecidas
Habrá algunas que no. De otros hombres, en este caso. Pero creo que es necesario tener amplitud porque siempre tendemos a escuchar lo que nos es familiar, lo que nos es conocido y al final caemos en la retroalimentación. No escuchamos otros puntos de vista y este gran espacio que ha creado Ray nos brinda la oportunidad. Creo que nosotras también podemos aportar alguna cosa. Las habrá que sí, las habrá que no. Desde luego, igual que hombres, pero al menos la posibilidad.
Dicho esto, mis críticas constructivas al método es que yo creo que es un método muy completo. Creo que los hombres, tanto los que yo conozco como el resto que estéis en esta comunidad, os habéis beneficiado enormemente de ello. Creo los que os habéis conseguido empapar de esta filosofía de vida, os habéis servido para avanzar en vuestra vida, para mejorar, os ha aportado seguridad, ha afianzado seguramente vuestras relaciones sociales, acercarse a chicas y muchísimas cosas.
Así que creo que es un método bastante completo, pero creo que hacía falta un poco de educación emocional. No que no se trate porque sí que se trata. Sino que creo que quizá hace falta profundizar un poco más y tratar más estos aspectos. ¿Por qué lo digo? porque está muy bien alcanzar objetivos y realizarse e independizarse en todos los ámbitos, pero también creo que a los hombres desde chiquititos se les ha educado como en la fortaleza. Quiero decir, biológicamente sé que es así, pero además es algo impuesto por la sociedad
Igual que las mujeres tenemos nuestras imposiciones, entre comillas, y tenemos que liberarnos de ellas y en ello estamos, creo que los hombres también tienen su parte no: creo que se os ha educado en que tenéis que ser fuerte, tanto física como mentalmente, no demostrar debilidades. En fin, como que no se debe mostrar los sentimientos, nuestras emociones más bajas. Creo que es algo que eso siempre se ha asociado a las chicas. S utiliza mucho la expresión “lloras como una niña” o “actúas como una niña”. Como si fuera algo malo
Creo a pesar de que tenemos nuestras diferencias biológicas y quizás vosotros no tengáis tanta necesidad de expresarlas, creo que en determinados momentos sí que lo necesitáis. De hecho, con amigos de confianza se hace. En este camino de ser el ganador o de ser el mejor, como queráis llamarlo, parece que al final tiene uno tantos objetivos, tantas técnicas, tantas metas personales en todos los sentidos, físico y mental, que parece que eso queda un poco como de lado. Como que eso nos va a hacer restar valor.
Creo que no es así. Para nada. Creo que todos como personas necesitamos en algún determinado momento llorar, enseñar nuestra parte más baja igual que enseñamos nuestra parte más alta y eso está muy bien. Pero es como cuando decimos a un amigo que esté ahí para lo bueno y para lo malo. porque al final es lo que nos une y lo que hace que conectemos. Entonces, creo que falta un poquito de educación emocional. Que no pasa nada por fallar en determinados momentos. Que no pasa nada por llorar en determinados momentos y que no por eso se es menos hombre, entre comillas
Creo que eso afianzará tanto lo que ya Ray y otros profesionales están enseñando para mejorar en vuestro proyecto de vida y también vuestras relaciones con las mujeres y con amigos. Creo que, sobre todo, os ayudará con vosotros mismos porque todos llevamos una carga de alguna manera. Pero creo que vosotros, dentro de esta filosofía tenéis una cara mayor. Una presión. Ya está
Mis preguntas son. Primero, ¿todos sois capaces de integrar lo que sois con lo que queréis llegar a ser? Es decir, ¿tenéis habilidades suficientes para hacerlo emocionalmente sin que eso genere una frustración? En plan de “tengo que convertirme en esto ¿dónde queda lo que yo soy?” ¿No corréis el riesgo de convertiros en un prototipo del que no queden restos humanitarios, entre comillas? Estoy segura de que habrá algunos que sí que puedan, que tengan las herramientas, la capacidad. Por su personalidad o por lo que sea, pero estoy segura de que habrá otros que no y que esto no haga más que restarle más que sumar en este campo. Nada más. Muchísimas gracias por la mención. Muchísimas a todos por escuchar. Espero aportaros, aunque sea un poco y estoy ansiosa por escuchar la respuesta de Ray y que me aportes vosotros a mí también. ¡Un saludo!
Muy buenas, atractora. Lo cierto es que yo también estaba deseando que llegara esta pregunta. Atractor, tú que estás escuchando este podcast, quiero decirte que ha tenido que venir una atractora, una mujer para mostrarnos realmente cómo se formulan las preguntas. Cómo se llega a esa profundidad, a esa expresión, esa actitud. Es una actitud bastante femenina el hecho de tener esa capacidad de expresarse y de comunicar una información. En este caso, nuestra atractora, que no ha querido desvelar su nombre, nos ha dado incluso unas pinceladas de el porqué de su participación y sus inquietudes
Personalmente, me parece magistral esta batería de preguntas. Lo primero que quería decir es gracias por tu participación y gracias por darnos una lección a todos los que estamos aquí de cómo se hace una o varias preguntas. Yo he tenido que tomar mis notas porque la verdad es que es súper completa. Voy a ir más o menos empezando como pueda. Ya te digo que madre mía. Espero tener respuesta para todo porque estoy muy halagado. Bienvenida y espero estar a la altura de satisfacer tus incógnitas
Primero dices que crees necesario una participación femenina. Este es el caso. Creo que, con este gesto, ves que estoy totalmente contigo porque caemos en el riesgo de hacernos en un bucle y de cerrar nuestras miras. Estar ahí siempre centrados en nosotros, nosotros, nosotros y hablar de vosotras, pero sin si realmente ese contacto. Yo estoy totalmente de acuerdo contigo. De hecho, sería muy de laboratorio y muy únicamente científico estar ahí divagando qué es lo que una mujer desea y por qué lo desea y para qué lo desea y cómo despertar el deseo de una mujer, etc.
Estar ahí divagando, divagando y divagando lo que hace atractivo a un hombre y por qué y no tener ese contacto con ese 50 por ciento y que al final casi si nos centramos solo en lo que es, y esto es lo que pasa con algunas comunidades, que se centran tanto en pensar en la mujer, la mujer, la mujer y qué hacemos y cómo consigo que la mujer, cómo consigo que la mujer, que se pierden. Se pierden en el objeto porque la mujer se convierte en un objeto, un objetivo. Se pierden en el objeto. No se construyen a sí mismos y, encima, tampoco se exponen lo suficiente y ni siquiera predican con el ejemplo
Entonces, se convierte eso en una amalgama de despropósitos. Por lo cual, por descontadísimo, la participación femenina es necesaria. Es un componente indispensable en esta ecuación. Este podcast, evidentemente, va dirigido a atractores. Va dirigido a hombres. El propósito principal es otorgar herramientas y mentalidad a hombres. Por lo cual, está enfocado hacia el hombre, pero eso no quita que una mujer como tú nos pueda dar o nos pueda aportar conocimiento y sabiduría
Creo que solo el ejemplo de cómo hacer preguntas, ya nos has dado una lección a todos espectacular. No solo por lo largo porque es una pregunta larga. He tenido preguntas así de largas y bastante buenas por otros atractores, pero la densidad, la profundidad como se ha generado cada punto, cómo lo has hilado y como lo has concretado. Pero eso no quita que esto tenga un propósito que es educación masculina. ¿Qué habrá mujeres que se beneficien de esto? Este es el caso. Es un ejemplo y una cosa no quita la otra. O sea, yo puedo estar viendo también algún podcast que vaya sobre maternidad que es un tema que no necesariamente me incumba demasiado, pero aun así voy a aprender cosas de eso
Incluso como futuro padre podría aprender. Es decir, yo creo que siempre podemos aprender de cualquier cosa e incluso de cosas que no nos interesan directamente. Pero centrándome mucho, el propósito de este podcast es educación masculina. Por un lado, la educación masculina y, por el otro, la reivindicación masculina porque ahora estamos en un momento de la historia que si eres hombre eres culpable, eres un asesino machista, un maltratador o como lo quieran llamar hasta que se demuestre lo contrario. A menos que te pongas unas bragas y vayas a una manifestación enseñando las tetas, si no haces eso, eres sospechoso o como se dice presunto machista
Está la cosa complicada. Lo que yo quiero decir con esto, ya para no desviarme mucho, es que estoy a favor de la amplitud de miras. Este es el ejemplo más claro. Estás tú aquí haciéndonos estaba preguntaza y esto está abierto a preguntas de, entre comillas, cualquier ser que pueda hacer una pregunta. Más si es una pregunta en condiciones, como repito, esta es
Para terminar. Estamos abiertos. Yo incitó a la gente a que consulte con mujeres, a que se exponga al pensamiento femenino. También digo que no por ser mujer, estás en lo cierto. Ojo, de la misma manera que no por ser hombre estamos en lo cierto. Por eso es importante tener un buen criterio y saber cosas para ver que muchas veces cuando tú le preguntas a una mujer qué es lo que quiere, lo que te dice no tiene nada que ver con qué es lo que quiere. Lo mismo pasa con el consumidor medio.
Voy a poner un ejemplo basado en el marketing o negocios. El referente fue Steve Jobs. Steve Jobs decía: “el público no sabe lo que quiere. Yo le voy a enseñar qué es lo que quiere” y el hacía cosas que efectivamente al final la gente quería. Sin saber que lo quería. Si antes de hacer un iPod o el iPhone, le hubieras preguntado qué quiere, él habría dicho un terminal, con más musiquitas, con tonterías y él dijo: “No esto no es lo que el público va a querer. Yo voy a crear algo que el público va a querer realmente porque le voy a enseñar algo que no sabe. Yo tengo capacidad visionaria para crear cosas que el público no sabe que pueden existir y una vez las tenga van a decir “¿cómo antes no sabía yo que esto no lo tenía?” porque no tenías esa capacidad de verlo
Las mujeres, en este caso. Si tú preguntas a las mujeres qué es lo que quieren y por qué hacen las cosas que hacen, en muchos casos van a responder con los clichés, con lo que han aprendido y con lo que les han dicho: “Yo quiero un hombre que me quiera, que esté pendiente de mí, que se desviva por mi”. Cuando ejecutas esos pasos, literalmente te conviertes en un pagafantas. Es un ejemplo. Entonces, eso no es lo que quiere una mujer: Por lo menos a nivel inconsciente no es lo que quiere una mujer. Por eso es importante tener ese contacto. Pero no quedarnos en las palabras y en las superficies, sino analizar qué está pasando porque al final lo que nos da o nos quita la razón, si es creado nos la tiene que dar o quitar, lo que al final nos dice los hechos si funciona de manera empírica es la reacción última que tiene esa chica
No lo que te dice. Te puede decir que quiere esto y luego le das eso y reacciona de otra manera. No es que te esté engañando ni mucho menos, sino que está actuando como lo siente y sus hechos, sus actos, lo que al final ejecuta es realmente lo que nos está dando la información. Aunque la palabra sea muy poderosa y la utilicemos y nos sirva para comunicarnos, al final lo que cuenta es lo que hacemos y cómo lo hacemos y por qué lo hacemos. Pero el hecho, lo que haces, lo que en este caso ella hace, cómo reacciona ante ciertos estímulos más que como te dice que va reaccionar, es lo que nos comunica realmente si está funcionando o no lo que hacemos.
Por eso, a las mujeres les puede preguntar y puedes sacar información y todo lo que tú quieras. Igual que los hombres. Una mujer nos puede sacar información, pero luego fíjate más en cómo lo hacemos, qué hacemos y te dará el por qué. Por lo menos, te dará pistas para entender el por qué. Si no lo entiendes, investiga un poco más. Eso por ahí. Luego, dices que el método es bastante completo. Supongo que te refieres al método de seducción de Mario Luna, pero falta educación emocional. Ahí, volvemos un poco a lo mismo. Yo supongo que te refieres al método de Mario Luna, el método SC
Es un método extraordinariamente completo. Personalmente, considero que es el método más fiable de la faz de la Tierra porque no sé cómo funciona el universo y si hay extraterrestras que cumplan nuestras condiciones. Pero dices que falta educación emocional. No sé si estar o no de acuerdo contigo porque creo que es como mezclar churras con merinas. Estamos mezclando dos cosas distintas. En el método realmente hablamos de cómo reacciona una mujer a ciertos estímulos y por qué lo puede estar haciendo. Nos estamos centrando sobre todo en psicología femenina exclusivamente. Lo cierto es que ahora, y desde hace ya bastante tiempo, lo que es la psicología masculina también es algo que trabajamos.
Es algo que he trabajado desde siempre, evidentemente, porque cuando trabajas con hombres, aunque hables de psicología femenina, estás aplicando psicología masculina porque tienes que explicar esos conceptos a hombres para que los que entiendan. Muchas cosas que las mujeres hacéis por naturaleza y que sentís la voluntad de hacerlo y lo hacéis, para los hombres es como “no entienden nada”. O sea, “¿por qué hace esto? ¿por qué me dice que sí quedamos y luego me da un plantón? no lo entiendo”. Eso es algo que a la psicología femenina es normal. Puede haber mil causas que hagan que eso suceda, pero para el hombre es como “no lo entiendo”. Si yo he quedado con un amigo para ir al gimnasio, lo normal es que llegue o me avise que no puede por algo que realmente ha sucedido. Incluso, me diga: “Tío, no me apetece. No voy”
Pero una mujer no lo hace porque o no te avisa o te avisa y te pone una excusa que su abuelita se ha puesto mala y tiene que ir al médico. Cosas así muy chongas que dices: “Es que no me lo creo. Esto huele al kilómetro que son excusas baratas”. Eso para comunicárselo a un hombre y para que lo entienda, requiere de psicología masculina. Efectivamente, esa educación emocional que dices que falta, probablemente falte. No es que falte, es que no es un propósito.
Aun así, si lo analizamos bien, seguramente esté cargado implícitamente de esa psicología masculina porque está hablándole a un hombre para comunicarle que está pasando, para tratar de explicarlo. Personalmente, creo que esa ausencia que dices de psicología masculina o de educación emocional masculina. Para nada. Yo creo que eso se trata bastante de otra cosa. Otra cosa es los resultados que te hayas encontrado. El tipo de hombre con el que te hayas encontrado, cómo lo ha interpretado ese hombre. Eso ya es otro tema porque si soy responsable de lo que digo y cómo lo digo y, en cierta medida, el impacto que genero en la gente, en última instancia el que lo entiende es el que lo entiende.
Yo puedo hacer lo que puedo hacer hasta donde llego. Véase, por ejemplo, si hablamos del factor fulana. Por poner un ejemplo. El factor fulana a muchas mujeres os sienta muy mal. Odiáis ese término. Sin embargo, estáis totalmente de acuerdo con lo que significa. Pero sí que es verdad que la palabra fulana automáticamente: “Mierda, me están llamando prostituta. No me gusta”. Es eso. Es un factor que te hace sentirte así. Esto es una terminología para explicar a un hombre, pero también está el factor frusco, que lo explico en uno de mis vídeos bastante bien explicado, por cierto
El otro día lo vi y me gustó mucho como lo explico. Aprovecho para echarme un poquito de flores yo aquí también, pero me encantó. Lo vi y dije: “Jolín, qué bien explicado está”. Está mejor explicado que cuando le expliqué aquí en el podcast la última vez. No voy a volver a explicarlo. Os remito para allá. El factor frusco, en este caso, es psicología masculina absoluta. Es: “Chicos, tenemos esto y en vez de ayudarnos, como el factor fulana ayuda a la mujer, a nosotros nos boicotea. Entonces, aprendamos a gestionar”
Yo creo que es verdad que nos hace vulnerables el tractor frusco, pero no creo que la solución sea aceptar que somos fruscos. O sea, aceptar que somos fruscos está bien, pero una cosa es aceptarlo y otra cosa es resignarse. Aceptarlo significa ser conscientes y abrazarlo, pero ver qué podemos hacer para que, eso que juega en nuestra contra, juegue a nuestro favor. La vida se basa en nuestras debilidades convertirlas en fortalezas, entre comillas. Cuando hablo de convertirlas es sacarles el partido necesario y nuestras fortalezas, sobre todo, potenciarlas y sacarlas al máximo. Pero cuando tengas una debilidad, si es una debilidad irrisoria y ahí se queda, personalmente considero que es una falta de inteligencia y de recursos tratar de mejorar algo que no es necesario ni me aplica mucha ventaja
Pero si hay algo que sí te está perjudicando de verdad, aquí tenemos que ver cómo hacemos para que eso nos perjudique lo menos posible. Incluso, si nos puede servir, mejor. Entonces, luego dices que los hombres estamos educados en la fortaleza, que hay una imposición cultural y que mostrar con vulnerabilidad es de nenazas. Está muy mal visto socialmente y a nivel de ego. Yo creo que la vulnerabilidad, de hecho, se trata del sex crack y eso es parte del romance porque lo que genera es una conexión. O sea, la vulnerabilidad realmente, a nivel técnico, quita valor. Si tú eres un mega superhombre y de repente se te ve vulnerable, tu valor se viene abajo.
Ahora, no siempre perder valor o que tu valor baje es malo porque la vulnerabilidad te otorga humanidad, te hace ser más cercano, te da la sensación de humano y puede hacer que una chica que en un momento dado piense: “Este hombre es inalcanzable. No es para mí. Es demasiado hombre. ¿Qué pasa con 50 Sombras de Gray? Yo, pobre mortal ¿qué hago pensando que puedo hacer algo con este hombretón superhéroe”. Esa vulnerabilidad es lo que consigue esa conexión. El hacerle ver a ella que sin dejar de ser un súper mega hombre tienes tus puntos débiles que ella puede fortalecer o puede aportarte y puede hacerte que seas más super mega hombre gracias a ella. Eso genera esa conexión
Entonces, la vulnerabilidad es un factor muy interesante y dices aquí, por ejemplo, que al final necesitamos expresarlo como vía de escape y que llorar no te hace menos hombre o que no debería. Yo estoy de acuerdo, pero hasta cierto punto porque la vulnerabilidad existe. Todos tenemos vulnerabilidad. Yo tampoco soy un super mega actor de Hollywood, pero cualquier persona tiene vulnerabilidad. Cualquier persona tiene esas flaquezas, esas debilidades esos momentos en los cuales no es fuerte. Eso es así. Entonces, dices que hay gente que esa vulnerabilidad prefiere compartirla con su mejor amigo para llorar con él en lugar de mostrársela a esa chica
Yo estoy de acuerdo en hacerlo así, dependiendo de qué ocasión es. Es decir, vuelvo a lo mismo. La vulnerabilidad te hace vulnerable. Es como Superman y la kriptonita. Tu vulnerabilidad es tu kriptonita. Lo digo por experiencia. Si tu vulnerabilidad es tan fuerte que te puede hacer perder tu poder, tu presencia, igual no es inteligente compartirlo con ciertas personas. De la misma manera que, quizá en el trabajo, tenga ciertas flaquezas que no es buena idea que tus compañeros o tus jefes o quien sea sean conscientes de ellas porque es algo tuyo que tú tienes que trabajar y que probablemente puedas enmendar o mejorar o potenciar con el tiempo de otra manera.
Pero no es necesario que seas totalmente honesto y sincero con tu jefe y le digas: “Mira, es que esto no tengo ni puta idea hacerlo. Soy un auténtico incompetente”. ¿Por qué? porque puede que el concepto que tenga tu jefe de ti sea bueno y a partir de ahí sea: “Me has decepcionado” y a partir de ahí te vea distinto por esa tontería que igual luego lo mejoras, lo potencias y tu jefe dice: “Sí, pero yo ya el concepto que tenía de ti me ha cambiado”. Es una lástima que eso sea así, pero puede ser así. Entonces, de la misma manera, si estás con una mujer conociéndola y eres un súper mega hombre para ella y todo funciona genial y de repente muestras ciertas vulnerabilidades que a ella empiezan a hacerle cambiar su forma de verte, en unos casos y si la relación es duradera y es realmente profunda y es honesta y sincera, puede que esa mujer lo entienda, lo acepte y te ayude.
O puede pasar todo lo contrario. Que empiece a boicotearte y a meter el dedo en la llaga y tratar de hacer más grandes esas heriditas y esos puntos débiles que tienes. Es que hay mujeres, igual que hay jefes, igual que hay hombres que son así. Entonces, yo creo que esa vulnerabilidad es algo que tienes tú como persona, en este caso como hombre, y que es tu obligación o es tu responsabilidad trabajarla. ¿Cómo la vas a trabajar? No es buena idea trabajarla exponiéndola ahí con la chica con la que estás conociendo o tu pareja o tu jefe. Igual, no es la solución
Es mejor solución compartirlo con tu amigo del alma, con tu amiga del alma con tu mejor amigo o con quien sea que sabes que te va a apoyar, que va a tratar de ayudarte y vas a conseguir que esa vulnerabilidad se minimice. Con lo cual, deja de ser una vulnerabilidad importante. Entonces, llorar como hombre. Yo te invito a llorar. Yo lloro de vez en cuando, pero lloro cuando tengo que llorar, entre comillas. Cuando siento que es el momento de llorar. No necesariamente cuando estoy delante de. Si no me siento cómodo llorando delante de mi chica, entre comillas, igual no es buena idea que llores delante de ella.
Igual sí. Igual necesito llorar delante ella para romperme tabúes y limitaciones que tengo. No lo sé. También tengo que saber cómo es mi pareja y cómo se lo va a tomar. Si voy a impactarle y voy a generar en ella una visión de mí que cambie completamente de manera negativa que sea luego irrecuperable de la misma manera que si, en este caso hay agresión entre la pareja, hay un golpe, hay un puñetazo, hay algo que normalmente del hombre a la mujer, pero de la mujer al hombre también, se atraviesa esa barrera y es como que se falta el respeto
En el momento de que hay una falta de respeto importante, a partir de ahí está todo en números rojos. Es como decir: “Esto que hemos atravesado, este el límite que hemos sobrepasado, ¿qué significa? ¿Significa que se va a repetir? Si se repite, olvídate”. O sea, es algo que está condenado al fracaso. Si no se repite, cosa curiosa. Hay ciertos límites que es mejor no atravesar. Es mejor que sean límites. Esto de aquí no pasa. ¿Por qué? porque en el momento en el que pase ya no sabemos si se nos va a ir de las manos
Lo mismo aquí. Si yo muestro cierta vulnerabilidad, igual estoy atravesando ciertos límites que me condenen al fracaso de la relación, a que esa mujer que me podía estar idolatrando, o por lo menos admirando, y me estaba diciendo: “Joder, qué hombretón que tengo aquí y qué feliz estoy”, de repente puede decir: “¿cómo?”. Precisamente, el inconveniente es que no es necesario que sea así. No es necesario. No hace falta que ella vea tus, entre comillas, mierdas para que te quiera más.
El ejemplo más visual sería ir al baño a hacer popó y que ella te vea. No, mi cuarto de baño es mi cuarto de baño y es mi privacidad. Ahí, defeco en mi intimidad absoluta. Eso me hace menos hombre ni ayuda a que nuestra relación sea más limpia, nunca mejor dicho, y que en nuestra relación no se vean factores que puedan degradarla. En este caso pues, un acto tan natural como es defecar. De la misma manera que a mí tampoco me apetece ver a mi pareja poniendo un truño. Siendo muy gráficos. Yo creo que la vulnerabilidad es necesaria. Hay que expresarla, hay que sacarla, pero también hay que saber dónde, cuándo y cómo
Vuelvo al ejemplo tan gráfico. Hacer popó, vamos a decir cagar, es necesario y también hay que saber dónde y cómo hacerlo. Igual cargar delante de tu pareja puede ser una experiencia muy bonita y uniros más. Puede ser, pero no tiene por qué. En ese caso, analiza, detecta, siente cómo es esa relación y si cagar con ella va a aportar o va a restar. Si va a restar, ¿qué necesidad tienes? A menos que necesites que a tu pareja le guste verte cagar.
Es decir, si tú necesitas que tu pareja te vea llorar y te quiera por verte llorar, hazlo y arriésgate, entre comillas, a parejas que se va a dejar de sentir atraídas por ti hasta que encuentres a la que realmente eso le llena. Si no es necesario, si no necesitas que tu pareja te vea defecar o que tu pareja te vea llorar, no es necesario que lo hagas. No es una necesidad, pero si te nace y lo quieres hacer, adelante. Pruébalo y probablemente veas unos resultados, unas reacciones por parte de ella y la relación tome una nueva vertiente. ¿Positiva o negativa? No lo sé. Lo decidirás tú cuando empieces a ver cuáles son los resultados y cómo de repente te presta más atención o menos, tiene más interés o menos. En fin, cómo eso afecta. Si es que afecta. Igual no afecta de ninguna manera
La vulnerabilidad es un factor bastante poderoso. De hecho, tiene impactos que pueden cambiar la percepción de la otra persona. Con lo cual, utilízalo con cabeza. Sí, es algo emocional, pero la cabeza la tenemos para algo. Somos seres humanos. Si nos moviéramos solo por impulsos, veríamos una mujer atractiva en verano, que hay miles, y trataríamos de tener sexo con ella aquí mismo. No lo hacemos porque tenemos dos dedos de frente y tenemos el neocórtex.
De alguna manera, por la vulnerabilidad te puedes sentir muy dolido y quieres llorar e igual no es el momento. Tienes que utilizar un poco el neocórtex y decir: “Ahora no es el momento. Lo voy a hacer luego. Voy a decir que me tengo que ir y que la llamo luego”. Te vas y lloras en soledad o llamas un amigo o lo que sea y te desahogas. Eso lo hacemos todos hombres y mujeres. No creo que eso sea ser hipócrita, ni mucho menos, sino es ser inteligente. Habrá momentos que igual es el momento de llorar. Las mujeres lo hacéis muy bien, por cierto, en esos momentos en los cuales ahora me siento fatal y es el momento llorar porque le voy a hacer sentir culpable y voy a hacer aquí, inconscientemente y políticamente, un señor chantaje emocional.
¿Qué más dices por aquí? ¿Llorar te hace menos hombre? No, llorar no te hace menos hombre. Lo que te puede hacer es ser percibido como más débil, más vulnerable. Entonces, ahí ya decides tú qué es lo que haces. Luego, hablas de que si esta filosofía y este movimiento, en este caso el mío desde Atractor, genera más carga y más presión a la gente por contraste. Si tú eres un hombre normal y de repente quieres seguir esta filosofía para ser un superhombre, para ser un atractor para partir la pana, está esa carga. Hay una presión ahí, hay una responsabilidad ahí para contigo que igual puede contigo. Entonces, yo creo que puede ser así siempre y cuando lo interpretes, creo yo, de una manera incorrecta porque aquí, creo yo, que todos somos conscientes de nuestras limitaciones y esto más que imponernos un ideal máximo, es mejorar el Kaizen.
Es tratar de saber quiénes somos, qué queremos ser y los pasos intermedios. Normalmente, quiénes somos, no lo sabemos. Es una pregunta que no nos hacemos con mucha frecuencia y que creo que es fundamental para ser conscientes realmente de nuestro punto de partida. Luego, quién queremos ser, yo creo es algo muy idílico, muy ideal y que está muy bien. Tenemos que ser conscientes que quién quieres ser, tiene que ser algo que no necesariamente vas a conseguirlo. Pero en el proceso, en el camino vas a llegar a ser una versión de ti mucho mejor que con la que empezaste. Independientemente de que no llegues nunca a ella.
Si te pones metas, si te pones un ideal y lo cumples con relativa facilidad, yo creo que no lo has hecho bien. A menos que estemos hablando de pasos intermedios. De decir: “Primero, voy a ver si consigo esto. Ah, vale. Ahora es otro”. Pero, normalmente, cuando lo haces así por segmentos, aún así tienes un ideal como muy imposible. Es idealista. Esa es la palabra. Es pensar en algo que, con los recursos que tienes ahora y quien eres ahora mismo, es imposible. Es pensar; “Ni de coña consigo eso”.
Por ejemplo, que necesites un millón de euros. Ahora mismo, mi sueldo es, vamos a poner, de mil euros, dos mil euros al año. Conseguir un millón de euros es como que ni de coña. Ese es un gran ideal. Ojo, no me refiero a conseguir dinero. El dinero sería para una causa superior y que aporte el mundo. Estoy hablando de dinero para ser muy muy analítico. Supongamos que quieres erradicar el hambre en tu comunidad y para erradicar el hambre en tu comunidad, en tu zona, que hay mucha gente ahora que tiene problemas para comer, quieres abrir un mercado gratuito que les dé de comer a esta gente que no tiene para comer y necesitas un millón de euros.
La causa final no es ese millón de euros, sino es esa aportación. Eso es importante. Hablando en números, si tú ganas doce mil euros al año y tienes para comer tranquilamente, estás jodido. Para conseguir eso, ni de coña. Ahora eso es un ideal. Eso es un “quiero conseguirlo”. El siguiente paso es “qué puedo hacer para empezar”. Igual lo que puedo hacer para empezar es hacer una asociación y ponerme en contacto como gente que esté en la misma idea que yo y quizá si a mí me sobran 300 euros cada mes los cuales puedo ahorrar, voy a coger 50 euros yo y 50 de todos los de la asociación al mes.
Vamos a poner que somos 10, a 50 euros, son 500 euros que conseguimos todos los meses para comprar comida para abastecer a las familias que podamos abastecer y empezamos. Uno de los de la asociación tiene una planta baja la cual compramos o lo que nos sobre a nosotros más lo que podemos comprar con nuestros 500 euros, la gente viene y les damos de comer.
Es un primer paso. Ss una primera meta. Difícil, si estás empezando de cero, pero conseguible. Ahora, lo del millón de euros, sigue siendo inalcanzable. Sigue siendo imposible. Pero vamos a poner que, en el transcurso de los años, has conseguido medio millón de euros y estás abasteciendo a tu comunidad más o menos como puedes. Incluso, estás pensando en poder expandirlo a otras comunidades o a toda España y el ideal ha crecido, pero porque ya lo ves mucho más del millón posible, aunque todavía no lo hayamos conseguido. Era algo imposible, pero en unos 3 o 5 años has llegado a un punto muy importante.
Yo creo que esa es la idea con uno mismo. Un ideal del tipo de hombre que te gustaría llegar a ser, que es para ti un atractor realmente. Tened en cuenta que podrías no llegar. Desde luego, sólo caminando ese camino peldaño a peldaño. Si en vez de recorrer los 50 peldaños que tiene esa escalera que te has puesto en la cabeza, recorres 25 es que estás 25 niveles por encima de donde estás ahora. Aquí dices en una de las preguntas finales: “¿Eres capaz de integrar lo que eres con lo que quieres llegar a ser?”
Esa es la clave, creo yo. Es una pregunta que otra vez me quito el sombrero. Es espectacular. Me hubiera encantado saber tu nombre de verdad porque me referiría con tu nombre. Repito, me ha encantado esta participación. En serio. Ojalá haya más chicas atractoras que hagan este tipo de participaciones. Desde luego, estás invitadísima a hacer más. Esa pregunta es brutal. Es: “¿Somos capaces de integrar quiénes somos con quién queremos llegar a ser?” Para eso, lo que acabo de explicar. El ideal es algo que tenemos que tener claro que es, entre comillas imposible.
Es ideal, pero no tiene por qué pasar y, por no conseguirlo, no tenemos que frustrarnos porque el ideal no es algo que si no lo conseguimos no hemos tenido éxito. El éxito es cada peldañito que caminamos. Ese es el éxito. Cada objetivo pequeño que completamos. Incluso, cada vez que lo intentamos y lo conseguimos es un pequeño éxito porque estamos trabajando en ello. Entonces, es algo que tenemos que estar trabajando continuamente parar conseguirlo. Lo consigamos o no, ese trabajo, esa voluntad ya es un éxito en sí misma. Siempre y cuando no te frustres y no abandones, sino que entiendas que no ha funcionado y cómo lo intentó otra manera.
Entonces, preguntas: “¿Tenemos las habilidades suficientes para hacerlo sin frustrarnos?” La habilidad yo creo que es la resiliencia. Es la capacidad de cuando algo lo probamos y sale mal, mejorar, aprender, reconstruir esa voluntad otra vez y volver a intentarlo de una manera sutilmente distinta. Slightly. O sea, con una pequeña variación para ver pues eso si funciona así o si funciona asá o con un proceso completamente contrario de decir: “Mi proceso no está funcionado, lo voy a hacer completamente al revés a ver qué pasa”. Pero, sobre todo, sin perder esa esa voluntad y esas ganas de dar el siguiente paso y subir al siguiente peldaño.
De esta manera, como bien dices, ¿somos capaces de transformarnos sin perdernos en el proceso? Efectivamente, nunca tenemos que perdernos en el proceso, sino que tenemos que adaptarnos, remoldearnos. Puede que aquel en quien queremos convertirnos no se parezca en nada a quien fuimos, pero eso no necesariamente es algo negativo. Siempre y cuando quién somos que nos hemos convertido nos hace mucho más felices. Cuando hablo de que nos hace más felices, me refiero a que estamos muy a gusto con quién somos y que quizá miramos atrás y decimos: “Hombre, pues yo era muy feliz cuando jugaba videojuegos”.
Yo, personalmente, Ray. Me lo pasaba pipa, pero miro ahora y me gusta que no siga siendo así. Es un cambio muy radical, pero me gusta. Entonces, más que crecer pensando que no puedo dejar de ser yo. Voy a crecer, pero cuidado no vaya a abandonarme, a alienarme, a perder mi identidad. Más que eso, porque si somos objetivos y si hablamos de números, de cosas lógicas, cada 6 o 7 años todas las células de tu cuerpo son completamente renovadas. No eres el mismo. De hecho, si cogiéramos un coche y le cambiamos el guardabarros, luego las ruedas y empezáramos a cambiar paulatinamente todo el coche por piezas, ¿en qué momento dejaría de ser ese coche el que era?
¿En qué momento un coche deja de ser el coche que es en base a ir cambiando sus piezas? Lo integras como que es el mismo. Tú personalmente dices: “No sé. ¿El 50%? ¿El 25%?” Es una pregunta que no tiene respuesta realmente porque el concepto que tienes de ese coche es el mismo. En el ser humano, aun es más fuerte. Aunque te cambian todas las células, tú no te sientes distinto. Tú sientes que eres tú. Yo siento que soy yo. Sin embargo, cada siete años todas mis células han sido renovadas.
Entonces, si a nivel mental tu metamorfosis es muy importante e incluso no te reconoces a ti en el pasado y dices: “¿Ese era yo? ¡Madre mía! Pero la sensación es positiva es: “Jolín. Qué bien que he cambiado”, yo creo que eso no es negativo. No es negativo dejar de ser tú para ser alguien mejor. No mejor porque gané más dinero o porque sea más guapo o porque seas más atractor, sino porque te sientas mejor contigo mismo. Eso es lo fundamental. Por eso, perderte en el proceso, yo lo veo más como la sensación de darte cuenta de que sí has mejorado en muchas cosas, pero estás vacío. O sea, por fuera da la sensación de, pero por dentro no. Ese es el meollo de la cuestión, que es lo que dices tú, “convertido en un prototipo sin humanidad”.
Algo que te está restando más que sumando. Esa es la clave, efectivamente. La idea de cualquier filosofía, o por lo menos de esta, de convertirte en un atractor no es ser un imán. Un imán no atrae si dentro no sigue siendo un imán. Si no es algo atractivo. Si vacías un imán y solo dejas por fuera la capacidad de atracción, desde luego algo va a traer porque sigue teniendo cierta carga magnética, pero no va a atraer todo lo que es capaz de atraer y, en realidad, no es un imán. Es parte del imán, pero el resto está vacío. El resto puede ser cualquier otro metal o componente.
En el caso tuyo, igual. Para ser realmente un atractor. Para realmente atraer lo que, entre comillas, es afín a ti y está en tu sintonía, tienes que ser un imán íntegro y tener el interior también con carga atractiva. Si te conviertes en un prototipo, en una especie de robot sin alma, es como convertirte en una superficie magnética sin un interior magnético. Eso os es mucho menos o muy poco magnético. Sigues siéndolo, efectivamente, pero al final has construido sobre algo hueco y esa no es la idea. Si quieres ser un atractor, si realmente quieres atraer a tu vida todo aquello que realmente quieres atraer, ya sea a nivel sexual, ya sea a nivel social, ya sea a nivel incluso de trabajo, pasa por hacer un imán completamente sólido.
Es decir, tu humanidad no la tienes que perder. Es más, tu humanidad se va a ver potenciada. Ese es el núcleo de ti. Aunque, comparado tú con quien te vas a convertir, ahora es una sombra, eso no deja de lado que sigues siendo tú y esa una versión mejorada. Te aporta más a ti y a los que te rodean y lo que fuiste lo vas a ver con cariño. Te vas a decir: “Mírame quién era yo y quién iba a decir que iba a llegar hasta aquí”. Esa es más la idea. Sacar hacia fuera tu magnetismo porque cuando la sacas hacia afuera es porque realmente está adentro.
Eso es lo que va a hacer a una persona más atractiva, que tenga habilidades, cualidades, actitudes que sea de una manera que, tanto tú atractora como cualquier otro, un atractor, cualquier otra persona que quiera estar al lado de ese atractor porque le embriaga porque estoy muy a gusto, tiene una aportación interesante, me escucha de una manera que no escucha a nadie, es capaz de resolver cosas que a otros les cuesta.
Con él, con este atractor mola estar porque la vida se ve de otro color. Es una vida más optimista y cuando surge un problema no es un problema. Es un reto. Es algo que hay que afrontar y que hay que aprender a superar. No es una putada y es un mal momento y es un “jolín, ¿por qué me pasa a mí esto?” No. Si todo eso realmente nace de dentro de un atractor, un hombre que es atractivo, evidentemente es que es atractivo. Vas estar con él y, por supuesto, la superficie va a acompañar a lo que es su apariencia, sus gestos su forma de moverse. Va a estar acompañado porque el magnetismo surge de dentro hacia afuera.
Para finalizar ya, porque creo que me he extendido bastante, lo cierto es que son varias preguntas, pero la pregunta final es buenísima para concretar la filosofía de este podcast y la filosofía que yo trato de integrar en mí y que quiero compartir con todos vosotros y vosotras. Yo creo que está muy bien para aclarar conceptos. No sé si cala suficientemente bien. Si lo que yo trato de comunicar se entiende. Es cierto que no es fácil borrar el concepto que tiene la gente de algo de buenas a primeras. La primera impresión, que se llama. En este caso no es una primera impresión. Este tema de la seducción que, personalmente, me borro de esa palabra. Ya lo he dicho varias veces. Yo hablo de atracción, no de seducción.
Yo creo que como en el mercado, en la gente, en el público ha calado la primera palabra y todo lo que conlleva y todos los conceptos tanto en mujeres como hombres. De hecho, muchas mujeres cuando entienden esto verdaderamente dicen: “Vale, vale, vale. Entonces, era yo que lo había entendido mal”. Yo sé que no es fácil borrar esa primera impresión, ese concepto que se tiene. Es casi misión imposible borrarlo para establecer algo realmente útil y bueno como es la atracción. Sé que tengo una tarea importante, pero es lo que hago y lo que trato de estar completamente alineado. Si ves mis vídeos, mis artículos y este podcast y lo escuchas, te darás cuenta que la filosofía va por ahí.
Esto no va de compararse con nadie. Ni siquiera compararte con tu ideal. Tu ideal es un son faros. Algo que quieres alcanzar. Si no lo alcanzas, no pasa nada. De hecho, un ideal es una idea. No tiene por qué materializarse. Pero en el proceso de intentar materializarlo, ha habido muchas mejoras y puedes decir ole. Ole porque has estado cerca o más acerca y si no lo consigues, mala suerte porque te toca hacer otro ideal más grande para seguir.
Yo creo que el ser humano, no hablo de hombres ni de mujeres, su motor es el crecimiento, son los retos, es la superación personal. Ese es su motor. Si lo alcanzas y te duermes son laureles. Ojo, descansar de vez en cuando y relajarse y disfrutar de lo que eres y lo que tienes. Por descontado. Eso, ante todo. Pero dormirte en los laureles en plan: “Ya lo he conseguido todo y aquí me quedo”, yo creo que no es la solución. De hecho, la jubilación tiene ese problema grande. Hombres y mujeres que han estado trabajando muchísimos años de repente se tienen que ir a un casada a jugar al dominó y se les hace todo cuesta arriba y dicen: “Ostras, si no sabes montártelo, me aburro”.
El ser humano no está pensado para contemplar las estrellas, a menos que seas físico, astrólogo o yo que sé y contemples para leer y hacer cosas útiles. Para crear. El ser humano realmente encuentra su felicidad en la creación, en la construcción, en la aportación, en hacer que otros se beneficien de cosas que tú haces. Por ejemplo, este podcast. A mí, hacer este podcast me lleva mucho esfuerzo. No vamos a decir esfuerzo, pero vamos a decir trabajo. Es mucho lo que tengo que hacer. No nos vamos a engañar, pero es lo de sarna con gusto no pica. Lo haces y cuando lo has hecho te sientes a gusto.
Se demuestra una vez más que el ser humano tiene como motor la creación. Nos han vendido o hemos comprado que es el consumismo, que es el comprar, comprar, comprar, que es el adquirir. Está más que demostrado que comprar y adquirir cosas te puede otorgar cierta satisfacción de vez en cuando, pero no es plena. De alguna manera, crear, crear y crear tampoco es algo pleno, pero es un equilibrio. Hay que consumir y crear. No dedicarte solo del consumo ni dedicarte sólo a la creación. Tienes que crear y descansar.
En el descanso está la adquisición de cosas que te aporten, que te satisfagan, que hagan tu trabajo más fácil, que te hagan sentirte a gusto, pero sin dejar de lado el crear, el aportar, el permitir que el resto de la gente se pueda beneficiar de tus aportaciones y comprarte también. Creo que estas maravillosas preguntas de nuestra atractora han servido para darle un punterazo más a esta filosofía. Sé que es de podcast se habrá hecho bastante largo, pero era un podcast más que merecedor.
Gracias una vez más a ti, atractora, por esta aportación. Gracias a todos vosotros por estar escuchándolo y espero que hayáis aprendido mucho. Yo he aprendido mucho respondiendo incluso. Nos vemos muy prontito en el siguiente podcast. Mucho ánimo, más energía y que tomes excelentes decisiones.
Atractor. El podcast de referencia en atracción. Para ti, hombre, que quieres alcanzar tu máximo potencial y ser tu mejor versión. Aquella que te hace sentirte realizado al afectar positivamente la vida de las personas que te rodean, expandiendo a cada paso tu área de influencia.
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