Advertencia: El contenido que estás a punto de consumir puede resquebrajar, seriamente, tu forma de ver lo establecido. Si por algún motivo sientes que te cuesta digerirlo, es normal. Mi recomendación es que te tomes tu tiempo —cuando algo revienta tus creencias desde los cimientos:
- 1. Cuesta de asimilar,
- 2. Requiere readaptación… y, en ocasiones,
- 3. Tener que reinventarte.
El valor al que se le da más peso en una relación de pareja
Dime una cosa, cuando hablamos de relaciones de pareja, ¿cuál es el valor más importante que te viene a la cabeza?
Por si no ha quedado claro:
—¿Qué es aquello «normalmente incuestionable» en toda relación de pareja?
—¿Qué es aquello que si se rompe, es más que probable que la relación se vaya detrás? —eso en el mejor de los casos; en el peor, nacerá la venganza… vacía, por cierto.
Es decir, si te dijera:
—Haz una lista con los 10 valores más importantes para ti en una relación y escríbelos por orden de importancia.
(De hecho te invito a que lo hagas en los comentarios)
¿Cuál crees que saldría, estadísticamente más veces, el primero?
Por mi experiencia empírica: Fidelidad.
Y aunque hay otros muchos valores muy importantes en una relación —Honestidad, Confianza, Respeto, Independencia, Intimidad, Espacio, Amor, Cariño, Pasión, Apoyo, Cooperación, Compartición, Comunicación, Humildad, Sinceridad, Comprensión, etc.— la fidelidad engloba, como concepto, a prácticamente todos los que acabo de mencionar y a algunos más.
Por desgracia, este contundente concepto —capaz de sintetizar en una sola palabra tanto significado, tanto poder—, se ha ido deformando hasta adquirir un significado que, paradójicamente, va en contra de lo que realmente debería representar.
No, mi intención no es alargarme para crear suspense. Este tema es tan extenso y complejo como delicado de entender, por lo que quiero ir poco a poco para evitar cualquier tipo de posibles malinterpretaciones.
Definición oficial de Fidelidad
Para empezar, partamos de la «definición oficial» propuesta —¿o debería decir establecida?— por la R.A.E.
Fidelidad:
- Firmeza y constancia en los afectos, ideas y obligaciones, y en el cumplimiento de los compromisos establecidos.
- Exactitud o precisión en la ejecución de alguna cosa.
R.A.E.
No es siempre el caso, pero en esta ocasión estoy totalmente de acuerdo con ambas definiciones.
Y ya que, como en este espacio, hablamos de valores con un alto contenido emocional, vamos a obviar la «exactitud y precisión» que suponen la segunda definición de este concepto —fidelidad— para centrarnos exclusivamente en la primera.
Análisis del concepto de Fidelidad
A simple vista, su definición parece estar formada por dos partes bien diferenciadas:
- Firmeza y Constancia en los Afectos, Ideas y Obligaciones —y
- Cumplimiento de los Compromisos Establecidos.
Y aunque considero que los Afectos sólo nacen de uno mismo, las Ideas, Obligaciones y Compromisos también pueden ser impuestas, pactadas o aceptadas.
Así que, permíteme la licencia de reordenar la definición de manera que establezcamos todos los parámetros al mismo nivel.
Fidelidad: Firmeza, constancia y cumplimiento en los afectos, ideas, obligaciones y compromisos establecidos.
Ahora que tenemos la definición debidamente ordenada, quiero que prestes especial atención a su estructura.
¿Cuántas partes observas ahora?
A simple vista, su definición parece estar formada, de nuevo, por dos partes bien diferenciadas:
- Firmeza, Constancia y Cumplimiento —que son las acciones a ejecutar— y
- Afectos, Ideas, Obligaciones y Compromisos —que son los aspectos sobre los que aplicaremos tales acciones.
¿Eso es todo?
Lamentablemente, así lo vemos la mayoría. Y esto se debe a que hay un supuesto que se «presupone» como «normal» y, por lo tanto, pasa desapercibido.
Y, como inciso, una frase que me viene muchas veces a la mente de mi gran amigo:
Normal cannot be amazing / Lo normal no puede ser excepcional. Gabi Netkaizen.
¿Te has parado a pensarlo? Lo «normal» pasa «desapercibido». De hecho, ésa es su función: Normal = No destacar.
Es, precisamente por esto, por lo que he querido aportar algo de luz con este artículo.
Y ya que, estarás conmigo, todas y cada una de las partes que forman un concepto son fundamentales, quiero quitarte la venda de los ojos y desvelarte lo que es «obviado» para mostrarte su —injustamente oculta pero contundente— importancia.
El tercer supuesto
—Pero Ray, ¿de qué «cojines» estás hablando?
Deja que me explique:
Estarás también de acuerdo conmigo en que la fidelidad se presenta de forma diferente dependiendo del ámbito en el se aplica.
Es decir, no tiene por qué ser idéntica en tu trabajo, con tu familia, tus amigos o tu pareja, así como con tu ideología política, religiosa, deportiva, etc. ¿Cierto?
De ahí que existan contratos o clausulas preestablecidas y no escritas. Por ejemplo:
- Confidencialidad con empresas.
- Pactos de «sangre» con familiares, amigos o ideologías.
- Exclusividad sexual con una pareja.
- Etc.
Y es ahí donde entra el tercer supuesto —que en la definición que he parafraseado aparece como la última palabra y que, normalmente, tanto es obviada: establecidos.
Pero…
¿Quién establece la «normalización» de los afectos, ideas, obligaciones y compromisos de cada ámbito?
Como ya he adelantado anteriormente, los afectos «nacen» de uno mismo —o deberían—, por lo tanto, éstos dependen en gran medida de ti.
Sin embargo, las ideas, obligaciones y compromisos vamos a dejarlo en que vienen determinados o impuestos en gran medida por «la sociedad» o «la cultura».
Ahora bien, si las ideas con las que han bombardeado tu cerebro desde tu infancia son tan agresivas que te lo han lavado —como los casos de extremismo ideológico—, tus afectos también estarán muy condicionados por estas doctrinas.
No sé si lo sabrás, pero para que algo funcione de manera ordenada requiere de reglas —y de su cumplimiento, claro.
Como decía el padre de un vecino mío:
Donde no reina el orden… ¡Reina el caos! Sr. Gómez.
Así que, me parece fenomenal que se establezcan reglas para garantizar, de alguna manera, un mejor funcionamiento —en especial de algo tan complejo como son las dinámicas sociales.
Dicho esto, qué se suele responder a la pregunta: —¿Para qué están las reglas?
—Para romperlas.
Y entonces sonaría… ¡Meeeeec! ¡Error!
Es otro topicazo establecido «culturalmente».
Las reglas están para «mejorarlas» —y si y sólo si, la única forma de mejorarlas es rompiéndolas primero, entonces habrá que romperlas. Pero sin olvidar que hay que tener unas mejores por las que sustituirlas.
De hecho, poner unas reglas y esperar a que éstas funcionen eternamente sin revisión ni mejora, no es de locos, es de tontos.
Digamos que todo tiene un comienzo —con mayor o mejor atino— pero lo más importante no es lo «bien» que se empieza sino lo bien que se mejora —kaizen.
No sobrevive el más fuerte o más inteligente o el más «x» sino el que mejor se adapta al cambio. Charles Darwin.
Así que, a partir de la asimilación de este artículo, te invito a que te cuestiones todo lo «establecido» y busques —como yo hago— formas de mejorar lo establecido. Formas de conseguir que las cosas se adapten mejor a lo único que nunca cambia: el cambio.
Lo único que nunca cambia es que todo cambia. Algún genio anónimo.
El concepto de Fidelidad establecido, ¿es correcto?
Juzga más a un hombre por sus preguntas que por sus respuestas. Voltaire.
Siguiendo la premisa de Voltaire diría que esa pregunta es bastante deficiente. Así que, reformulemos la pregunta:
¿Hasta qué punto debemos aceptar el concepto de Fidelidad establecido en cada ámbito?
Y mi respuesta sería: —Si lo que tienes que aportar es peor que lo establecido, quédate con lo establecido.
Es decir, experimentos en casa con gaseosa. O lo que es lo mismo, si no tienes experiencia suficiente en aquello en lo que te estás metiendo es altamente probable que lo establecido sea —de largo y por muchas razones que sencillamente desconoces y, por el momento, no alcanzas a entender— una mejor solución que la que crees tener.
Ahora bien, si sabes de verdad de lo que hablas y lo has podido comprobar en numerosas ocasiones, podrías tener una mejor solución y, en ese caso, es tu deber tratar de comunicarla al resto del mundo para que éste evolucione un pasito más.
—Vale Ray, creo que te sigo. Entonces tú tienes una «solución» mejor al concepto de Fidelidad.
—¡Vaya! Veo que estabas atento. ¡Correcto!
—Pero vamos a ver, acaso eres especialista en todos y cada uno de los ámbitos en los cuales se emplea la fidelidad.
—Obviamente no.
—¡Ah! Entonces tú vas a dar una solución sólo al que tiene que ver con las relaciones de pareja.
—A decir verdad, en este caso, da la casualidad de que es aplicable a cualquier ámbito.
—¿Una solución única? ¿La panacea?
—Pues… tiene toda la pinta. Y es que, por definición, es «obligatorio» que así sea para que funcione.
—Y entonces, ¿A qué esperas para contármela?
—A que termines tu interrogatorio.
—…
Antes de explicar mi «mejor» solución, debo dejar claros otros conceptos básicos en los que me apoyo. Si ya conoces mi trabajo —mi filosofía— estarás al tanto de ellos pero por si no estás al día, vamos a repasarlos.
Para ello, voy a proponerte unas preguntas que quiero que contestes antes de leer mis respuestas para que compruebes hasta qué punto tu realidad y la mía convergen.
1. ¿Quién es la persona más importante de tu vida?
Si respondiste a tu hij@, tu pareja, algún familiar o cualquier otra persona que no seas tú… ¡Meeeec!
Lo quieras ver o no, tú eres la persona más importante de tu vida —y si no es el caso, ya estás tardando en cambiar eso.
Piensa que, te guste o no, en esta vida estás solo. El único que va a estar siempre ahí, vas a ser tú. El resto puede fallarte antes o después —al fin y al cabo no están en tu área de influencia al 100%—, pero de ti no debes permitirte el lujo de «no estar ahí» cuando te necesites.
Por otro lado, si no estás bien contigo mismo, ¿vas a estarlo con los demás? Espero que estés de acuerdo conmigo en que «va a ser que no».
Sé que existen obligaciones muy importantes —como tener hijos— y que dependen de nosotros, pero abandonarnos a éstas descuidándonos a nosotros mismos es la mejor receta para el adebacle.
¿Cómo vas a dar amor si no tienes?
Hasta que no sepas amarte a ti mismo, no sabrás amar a los demás.
Los pasajeros que viajen con niños, deben colocarse la máscara a ellos mismos primero, y después colocársela a los niños. Procedimiento de emergencia en aviones.
2. ¿Cuál es tu opinión sobre el egoísmo?
Egoísmo: Inmoderado y excesivo amor a sí mismo, que hace atender desmedidamente al propio interés, sin cuidarse del de los demás. R.A.E.
Si tu definición coincide con la que propone la R.A.E., va siendo hora de revisar tus creencias.
En mi mundo, el egoísmo solamente supone pensar primero en ti pero ¡ojo!, bajo ningún concepto, dejando de tener en cuenta a los demás.
Existen 3 formas de afrontar las interacciones —negociaciones— con otras personas:
- Pasiva —aceptas las condiciones que te imponen aunque no te beneficien.
- Agresiva —impones tus condiciones independientemente de que sólo te beneficien a ti y perjudiquen al otro.
- Asertiva —encuentras el punto en el que los dos ganáis: win/win.
Para mí el egoísmo se basa en ser asertivo: mirar por tu beneficio y comprobar que el resto también obtiene algún beneficio. Más que nada porque, en el caso de que alguien no gane, tarde o temprano la situación se hará insostenible.
Básicamente no es escalable y lo «no escalable» tiene una vida muy corta porque:
- No es fácilmente reproducible —cada vez se hace más difícil realizarla.
- Requiere de una acción constante —en cuanto se deja de hacer, desaparece.
Escalabilidad: En telecomunicaciones y en ingeniería informática, la escalabilidad es la propiedad deseable de un sistema, una red o un proceso, que indica su habilidad para reaccionar y adaptarse sin perder calidad, o bien manejar el crecimiento continuo de trabajo de manera fluida, o bien para estar preparado para hacerse más grande sin perder calidad en los servicios ofrecidos. Wikipedia.
Sucede algo similar con el concepto «manipular». Mientras que en un principio significaba «dar forma con las manos», ahora se interpreta mayormente como «convencer a otro distorsionando la realidad para que haga algo que sólo te beneficia a ti».
Una vez más, la realidad se adapta a los ojos del que la interpreta…
3. ¿Qué tipo de valores rigen tu vida?
Es evidente que, para que todo lo expuesto en los dos puntos anteriores sea sostenible, tus valores tienen que cumplir los siguientes requisitos:
- Que te sientas realizado con lo que haces.
- Que aportes valor al mundo.
Es decir, tus acciones tienen que sumar A TODOS: A los que te rodean y a ti mismo.
Lo que haces tiene que apasionarte. Es decir, no generarte deuda emocional y, con ello, que necesites que te devuelvan «el favor».
El reconocimiento es muy gratificante pero necesitarlo te empobrece y causa rechazo. Ten presente que cuando realmente sea valioso lo que aportes, te llegará. Las prisas y la mentalidad del pelotazo tienen los minutos contados, así que no exijas reconocimiento por necesidad.
«Exige», en su lugar, reconocimiento real, desde el corazón. «Exige» que cuando te valoren sea porque realmente aportas valor, no por «pena». Si te agradecen tus actos por pena, te están haciendo un flaco favor. Te están premiando por hacer las cosas mal y eso, créeme, no ayuda —refuerza el camino de hacer las cosas cada vez peor.
4. ¿Cuánto te cuesta progresar?
Para que tu vida avance necesitas experimentar con bastante frecuencia el «estado de flujo».
Este estado se da cuando te enfrentas a retos que percibes ligeramente superiores a tus habilidades y disfrutas mejorándolas para superarlos —el ejemplo más claro son los videojuegos.
Y para que progresar en tu vida sea como un juego debes:
- Saber quién eres —y quién quieres ser.
- Saber qué quieres —y por qué lo quieres tanto a nivel personal como colectivo.
- Estar comprometido a conseguirlo —cueste lo que cueste. Cuanto más te apasione y más aporte a los demás menos te costará, obvio.
- Tener un impacto positivo —tanto en ti mismo como en las personas a las que alcanzas.
Cuando experimentas esas 4 premisas, disfrutar del proceso se convierte en un estado natural: fluyes.
Ahora sí, con todos los cimientos aclarados…
Qué es, realmente, la fidelidad
La fidelidad no consiste en tener exclusividad sexual con tu pareja ni en hacer pactos de sangre con tus mejores amigos ni en mantener confidencialidad con empresas ni en tatuarte tu ideología ni en nada por el estilo.
Date cuenta de que el enfoque está equivocado de raíz.
Ése es el motivo por el que existe tanta «infidelidad».
La fidelidad, per se, se basa en la premisa de que seas fiel a ti mismo —valga la redundancia—. Se trata de un concepto que «nace y muere» únicamente en ti.
Esto significa que debes tener claros tus valores, tus principios —quién eres y quién quieres ser— y aplicar la definición analizada al principio con ellos.
En el momento en el que tienes que cumplir algo que va en contra de tus principios —o que chirría con estos—, «tiene los días contados».
Por desgracia, eso es algo que tú y yo hemos estado haciendo, sistemáticamente, mucho tiempo. Y, lo peor, es que lo seguimos haciendo.
¿No me crees? Responde a estas preguntas:
¿Has trabajado alguna vez sólo por dinero?
Especialmente en compañías donde no compartías sus valores —como por ejemplo creadoras o distribuidoras de productos que no aportan «bien» al mundo: comida basura, información basura, entretenimiento basura, etc.
¿Has compartido «amistad» o invertido toneladas de tiempo con personas por no sentirte solo?
Y has acabado haciendo cosas para sentirte integrado: fumar, beber, pelear, etc.
¿Has acabado aceptando una relación que no te llena porque sientes que has tenido suerte y no sabes si volverás a tenerla?
En realidad te gustaría conocer a otras chicas pero la «suerte» no suele estar de tu lado en estos temas. Das gracias «al universo» de que esa chica te haya elegido a ti —la pregunta ahora sería: ¿Por cuanto tiempo perdurará esta suerte…?
Si has respondido que sí a alguna pregunta o te sientes identificado con alguno de los ejemplos, bienvenido a uno de los clubs con más socios que existe.
Ahora bien, con toda la información que acabo de compartir contigo, ¿te das cuenta de que si para «cumplir con las expectativas de los demás» vas en contra de tus principios, de tu esencia —es decir, eres infiel a ti mismo—, antes o después tu naturaleza se rebelará? —Y entonces te sorprenderás haciendo todo lo contrario: rebeldía en estado puro.
Date cuenta de que la infidelidad a ti mismo está alimentada por el miedo. No lo haces porque «quieres» sino porque te ves condicionado, por obligación —miedo—. Y esta clase de obligaciones son un lastre que antes o después acabarán contigo —y con los que «prometiste fidelidad».
Si quieres relaciones sanas —de cualquier tipo: laboral, emocional, personal, sentimental— debes ser fiel a ti mismo y no tener miedo de comunicárselo al resto ya que es por el bien de todos.
Eso sí, para comunicar este tipo de cosas hay que estar preparado. Te advierto de que no va a ser nada fácil porque lo establecido es difícil de revocar.
Si repites una mentira con suficiente frecuencia, la gente acabará por creerla e incluso tú acabarás creyéndola también. Big Lie idea – Joseph Goebbels.
Pero créeme, cuanto antes aprendas a ser asertivo, antes empezarás a disfrutar de sus ventajas.
Es millones de veces más gratificante pasar por una «discusión» a tiempo —ya sea negociación, discusión o, incluso, un altercado o disputa— donde se establezcan la «condiciones adecuadas para los dos» —asertividad— y disfrutar del establecimiento del paradigma adecuado —aunque suponga una ruptura—; que «aceptar» —sucumbir— por miedo a discutir o a perder a esa persona —o grupo de personas— y asumir una incomodidad que cada vez se irá haciendo más y más grande y acabará explotando más adelante con peores consecuencias.
Para transitar el camino correcto hay que se fuerte. La debilidad te hará más débil.
¿Y tú, cómo de fuerte te consideras? Compártelo en los comentarios.
Entonces, ahora sí, la pregunta del millón:
¿Cómo se es fiel en una relación?
No quiero repetirme pero lo primero es saber qué quieres.
¿Eres de «una sola persona» o te va más «dejar la puerta abierta» a lo que pueda surgir?
Cualquiera que sea tu respuesta, tiene trampa. La estadística dice que pasado un tiempo —varía de entre los 2 meses hasta los 10 años— empezarás a sentir la tentación de querer «probar la novedad».
Esto tiene que ver con los niveles de testosterona por lo que como hombre tienes más papeletas de que sientas la tentación antes que ella, pero tampoco es una regla matemática. Va a depender del estado emocional y personal de cada uno y si una mujer está «en esos días sensibles» y alguien «hace bien su trabajo», podrías llevarte una sorpresa.
En cualquier caso, y perdona que sea yo el que agüe la fiesta, en algún momento, por tu parte o por la suya, va a pasar. De acuerdo, existen excepciones pero y si pasa, ¿qué prefieres: estar preparado o tener que improvisar?
Yo soy bastante partidario de la prevención.
Para prevenir algo así, la comunicación es muy importante, ya que hay que tener la suficiente madurez para aceptar conjuntamente que la posibilidad existe y cómo se va a proceder en ese caso.
Siendo 0% políticamente correctos, no sólo existe una gran posibilidad de que suceda sino que normalmente «oxigenar la relación» es imprescindible. Y, a diferencia de cuando se hace como rebeldía o venganza, cuando se hace consensuado y para aportar a la relación, ésta, en lugar de verse dinamitada o fracturada, se potencia y crece a nuevos niveles.
Ten en cuenta que una relación estancada, acaba pudriéndose, mientras que una relación que fluye, se oxigena y se alimenta de «nutrientes», va a crecer, expandirse y convertirse en algo mucho más grande y hermoso.
Más vale malo conocido que bueno por conocer. Refrán de perdedor.
Es nuestro miedo al cambio, nuestros prejuicios sobre lo desconocido y un largo etcétera los que nos motivan a asfixiar la relación, limitando su crecimiento hasta matarla con la cosa más devastadora que le puede pasar a una relación: la monotonía.
En la variedad está el gusto. Refrán.
Cuando «ya se ha probado todo» toca reinventarse y, si bien hay formas de reinventarse —juegos, juguetes, roles con disfraces, etc.— manteniendo la exclusividad sexual, es decir, sin tener que compartir tu sexualidad con terceros, hacerlo no es algo que deba darnos miedo.
Porque estamos hablado de un miedo que grita.
¿Y qué grita?
Grita que si mi pareja «prueba a cualquier otro» lo preferirá a mí. ¿En serio es así?
Si es así, deberías de hacer un ejercicio de humildad y elegir entre estas dos opciones:
- Mejorar para que sea mejor la experiencia contigo —recomendado si es que quieres ser feliz.
- Dejarla marchar para que disfrute de experiencias que merezcan la pena —que tú no quieras mejorar no significa que el resto tenga que «soportarte».
Se me ocurren muchos más motivos con los que defender que la fidelidad es primero con uno mismo y luego con los demás pero ya me he alargado lo suficiente, ¿no crees?
Así que, ahora te toca a ti contarme qué te parece mi propuesta y si tienes algo más que añadir.
Eso sí, si te sientes ofendido y tienes la necesidad de «atacar» con tus palabras, te recomiendo que leas el párrafo primero. Cuando lo hayas «asimilado» estarás en situación de poder aportar tu granito de arena. Hasta entonces…
Mucho ánimo, más energía y que tomes excelentes decisiones.
Gerard Jiménez dice
Que gran verdad! Por suerte(si, por suerte) me paso con una pareja; la infidelidad que tanto temía. Gracias a ello, me he dado cuenta de que mis valores están muy por encima de los de esta mediocre sociedad de mentiras y engaños. Nunca he sido infiel y cuando he disfrutado de mas de un lío, les he podido contar la verdad pudiendo así disfrutar de mi sinceridad siempre siendo congruente con mis valores. A pesar del peso de la sociedad, en edades donde éste tiene un valor asfixiante, puedo decir que me limito a salir un poco de la regla y a mucho gusto viendo esto. Aunque he pasado, y estoy pasando momentos malos, no lo voy a negar, solo veo que recompensas en un futuro. Gracias por reforzar un poco más mis valores que poca gente comparte! Eres muy grande Ray, apuesto a que ya lo sabías; y no lo juro pero tengo la sensación que nos vamos a ver pronto. Un abrazo enorme!
Ray Havana dice
Buenas Gerard,
Me encanta que te sirva para reafirmar tus valores. Aunque algo me dice que el concepto de «infidelidad» no lo has entendido del todo. Dices que te han sido infiel y que tú nunca lo has sido —refiriéndote a acostarte con otras personas fuera de la pareja.
Eso, querido amigo, «puede» ser infidelidad sólo si prohíbes tal conducta pero que sepas que si pones prohibiciones tienes más probabilidades de que suceda porque lo prohibido es tentador. Porque lo prohibido «oprime», quita libertad y genera asfixia.
La idea general y profunda es que tu pareja no deseará estar con otro si contigo «tiene suficiente». Pero antes o después, tú o ella, «necesitaréis sangre fresca». Puede que tú todavía no te hayas visto en esa tesitura. Puede ser que hasta el momento, las chicas con las que has estado, te han llenado. El día en que estés el tiempo suficiente como para «necesitar» algo nuevo, entenderás mis palabras.
En cuanto a la sociedad, yo me miraría mucho los adjetivos que usas: «Cuando criticas a alguien en realidad te estás definiendo a ti, a tu forma de ver al mundo, a tu realidad, no a la «realidad real».
Como en esta fábula:
El anciano le pregunta: ¿Qué clase de gente había en el lugar de donde tú vienes?
«Oh, un grupo de egoístas y malvados» replicó el joven.
«Estoy encantado de haberme ido de allí».
A lo cual el anciano comentó: «Lo mismo habrás de encontrar aquí».
Ese mismo día, otro joven se acercó a beber agua al oasis, y viendo al anciano, preguntó:
¿Qué clase de personas viven en este lugar?
El viejo respondió con la misma pregunta: ¿Qué clase de personas viven en el lugar de donde tú vienes?
«Un magnífico grupo de personas, honestas, amigables, hospitalarias, me duele mucho haberlos dejado».
«Lo mismo encontrarás tú aquí», respondió el anciano.
Un hombre que había escuchado ambas conversaciones le preguntó al viejo:
¿Cómo es posible dar dos respuestas tan diferentes a la misma pregunta?
A lo cuál el viejo contestó:
Cada uno lleva en su corazón el medio ambiente donde vive. Aquel que no encontró nada bueno en los lugares donde estuvo no podrá encontrar otra cosa aquí.
Aquel que encontró amigos allá podrá encontrarlos aquí.
En cuanto a lo de vernos pronto, será un placer.
Gracias por tus palabras y un abrazo.
Cris SandinoBotero (@CristianSB10art) dice
Hola Ray,
Quería decirte que tal y como lo mencionas al inicio de tu articulo tuve que leer, releer y tener un par de pausas mientras intentaba asimilar el tema, pues si tienes razón, esta mentalidad que nos enseñas es una mentalidad que tiende a salirse de lo que culturalmente estamos adaptados a pensar, Sobretodo cuando no hace mucho tiempo sufrí una infidelidad de pareja que no solo me sacudió sino que también me mostró que yo he tenido infidelidad hacia mi mismo en muchas ocasiones (un tipo de infidelidad que estando de acuerdo contigo, es mucho mas destructiva). lo mio digamos que fue en gran parte por la monotonía, ya que estaba viviendo una zona de confort tanto personal como social y profesionalmente, esto no solo trajo sus consecuencias en mi relación sino también en otros aspectos importantes de mi vida y con otras personas diferentes a mi ex pareja.
Leer esto que dices después de haber vivido esas cosas que te cuento me impactó muchísimo, porque si bien viví una experiencia mala, he ido avanzando mucho y fortificandome emocionalmente, pero aún me cuesta tener esta ruptura de paradigmas, razón por la cual me gusta la manera como abordas el tema y como mediante ejemplos y frases celebres nos enseñas a ver este tipo de situaciones de una manera mas racional y objetiva, sobre todo aplicable al Kaizen. Pues corrí con la suerte de haber conocido tu obra y la de muchos de tus compañeros como Mario, Africa y Hector, lo cual me a ha enseñado a encontrar oportunidades de progreso allá en donde las personas menos comprometidas con sí mismas solo ven problemas e infortunios.
Créeme que me cuesta un poco asimilar las cosas que dices pero no porque sean incorrectas, sino que me pasa como a muchos: estoy acostumbrado a recibir mentiras reconfortantes y no verdades incomodas, pero lo bueno de las rupturas y caídas es que nos dan mucha información sobre nosotros mismos y sobre muchos aspectos que mejorar en los diferentes ámbitos de nuestras vidas.
Mucha de esa mejora la he podido alcanzar gracias a los consejos y enseñanzas que nos brindan proyectos como el tuyo, es la razón por la que quería agradecerte sinceramente y confirmarte (al menos desde mi experiencia) que si estas logrando un cambio en tu entorno de pura mejora y optimización personal y social.
Un abrazo Grande!
Ray Havana dice
Cris,
Es evidente que hablas desde la voz de la experiencia. Y, aunque muchas veces es amarga, en ella está el crecimiento genuino.
Además, es para personas como tú para quien va dirigido este artículo. Gente que quiere explicaciones válidas y no se conforma con parches que, sí, en su momento sirvieron, pero hay que mejorarlos o lejos de arreglar vidas, las destrozarán.
Como ya he mencionado en el artículo, el cometido principal de las reglas es hacer que las cosas funcionen mejor. Y pretenderlo mediante la represión es el mayor error. Está más que demostrado que cuanto más abrimos nuestra mente y aceptamos la evolución y el cambio, más sostenible se hace nuestro éxito.
Enhorabuena por tu evolución personal, gracias por aportar tu experiencia personal con tanta honestidad y otro gran abrazo de vuelta para ti.
institutodetriunfadores dice
Es un artículo magnífico, casi tanto como el artífice de él. Gracias por estas lineas.
Si me tubiera que quedar con dos cosas serían:
1. La fidelidad empieza y acaba en uno mismo.
2. Las hormonas que segregamos cuando estamos «enamorados» van disminuyendo a medida que pasa el tiempo y ellas nos pueden tentar a fantasear con tener relaciones sexuales con otras mujeres u ellas con otros hombres. Y como esto no depende al 100% de cada uno. La pregunta es, si pasa ¿es mejor estar preparados o improvisar?
Hay que decir que la interiorizacion de estos conceptos llevan un proceso bastante agitado, puesto que dan de lleno en el seno de nuestras creencias y nos causa miedo actualizarlas. Pero una vez se asimila, sabes que es la mejor manera para ser feliz a la largo plazo.
Un fuerte abrazo Triunfador.
Ray Havana dice
Me gusta tu síntesis, Javier.
El verdadero trabajo para crecer no está tanto en aprender lo correcto —ya que eso depende de muchos factores, aunque cuanto mejor aprendas de raíz (sin malos vicios) más rápido avanzarás—, como en reemplazar lo obsoleto por lo nuevo que funciona mejor.
No es lo más fácil, pero sí lo más efectivo. Y entre facilidad y efectividad ¿qué eliges? 😉
Otro fuerte abrazo para ti, hombre magnético.
imanol dice
Total ruptura de creencias, soy un chaval de 16 años y me ha costado el leer y releer esto varias veces para lograr entenderlo, gracias por abrirme la mente, os sigo desde los 14 años y desde entonces mi vida ha dado un giro radical a mejor, ojalá esto se pudiera estudiar en la escuela. Salgo de aquí con nuevas creencias y en definitiva más riqueza.
jpklop dice
Wuao! excelente, Excelente
David García dice
Brillante articulo Ray.
Soldadito Marinero dice
Interesante punto de vista para un asunto tan complejo, a mí me gustaría escribir pronto algo sobre este tema, aunque quizá menos didáctico y más «novelesco» 🙂
Ray Havana dice
¿Y a qué esperas? 😉
Yo creo que más que ser complejo, lo complicamos nosotros al sernos infiel a nosotros mismos.
Pablo Rodriguez dice
Auch!!! la oración «si una mujer está “en esos días sensibles” y alguien “hace bien su trabajo”, podrías llevarte una sorpresa.» me dolió, pues me paso hace como un año, hahahahahahahahaa excelente Articulo Ray!
Carlos dice
Hola Ray, leí tu artículo y es interesante porque expresa un angulo distinto de abordaje de un tema que ha dado para mucho.
En mi vida he tenido experiencias que me han llenado y que me han vaciado. Cuando niño, fantaseaba con el día que tuviera una mujer al lado como pareja. No se porqué crecí con la idea y hasta hace poco la tuve, que al llegar a tener pareja, uno se complementaba y todo sería color de rosa. Cuanto de equivocado estaba!. De adolescente era muy tímido y me costaba acercarme a las muchachas, solo fué cuando fuí a la universidad que la situación me obligo a tratar con ellas y fue cuando comence a darme cuenta que yo estaba muy equivocado en cuanto a las mujeres. Yo era de los que me abstenía de decir palabrotas o alguna obsenidad porque pensaba que las ofendía. En la universidad conocí mujeres que decían groserías y obsenidades que mi mente por más imaginación, nunca se le habrían ocurrido.
Cuando tuve mi primera novia, y tuve sexo con ella, se me quitó el velo que tenía en la cara. Ví la realidad. Tener pareja no es lo que pintan las telenovelas ni la literatura romanticona que nos venden día a día por los medios de comunicación. Para mí, tener pareja es complejo, eso de lograr llegar a un acuerdos y tratar de llevar todo bien en lo que se pueda para poder subsistir, es dificil, sobre todo, en un mundo donde hay tantas tentaciones.
Después de yo ser tan mojigato, me volví totalmente liberado. Despues de tantas decepciones y de ver, como las mujeres se iban con los tipos que las trataban con aspereza y pasaban de mí que siempre era educado y amable con ellas, me deje de tonterías y comence a expresarme tal cual como siempre fuí. Y te digo como siempre fuí, porque me di cuenta que nada en el mundo me complementa, todo lo que quiero lo tengo dentro de mí. No hay mujer por mas bella que sea que me haga más hombre, yo lo soy todo.
Descubrí que ser honesto y sincero vale la pena y eso me serviria para acercarme a las mujeres y expresarles de una sola vez y claramente, lo que queria con ellas. Cuando quiero sexo lo pido d euna vez, hay algunas que se ofenden, otras me insultan pero otras vienen. Cuando solo quiero hablar, igual pasa. Incluso, sabes que descubrí?? Que las mujeres se ofenden cuando no se sienten deseadas!!! Me dí cuenta que me les puedo acercar y de una sola vez decirles que las deseo y que quiero estar con ellas, ellas pueden ofenderse o no, pero cada vez que me vean sabran que las deseo. Pero en cambio, cuando he pasado de alguna chica y les he dicho que no quiero nada, que solo amigos, me ha resultado complicado porque se ofenden muchisimo más. Total, hay que ser honestos, es lo mejor. Desde que opté por ser así, mi vida sentimental ha mejorado y todo marcha bien. Cabe destacar que no os podremos enrrollar con todas las mujeres que nos gusten, porque eso de la atraccion no siempre es recíproco.
Ahor abien, con respecto a la fidelidad, todo es relativo, hay parejas que hacen intercambios de parejas, hay hombres que les da morbo ver como sus mujeres son poseidas por otros y con todo y eso seguir juntos. He visto mujeres así. He conocido parejas así. Todo es relativo. Todo se debe conversar con honestidad y claridad para evitar malos entendidos.
Desde que me decidí a ser fiel a mi mismo, mi vida ha cambiado. Aunque no tengo pareja ahorita, me refiero a pareja permanente, soy felíz. Me gusta estar libre porque me le acerco a todas las mujeres que me gustan. Con algunas salgo, con otras no, pero bueno, asi es la dinámica. Si desde pequeño me hubieran advertido de todo esto, o me hubiera encontrado por la web con personas como ustedes, quizas todo sería distinto, y digo quizas porque se puede leer y volver a leer, pero otra cosa es asimilarlo.
Un abrazo amigo, sigan trabajando como lo hacen.
Ray Havana dice
Sabias palabras… Me alegro de que te hayas rasgado el velo y vivas una vida libre. ¡Enhorabuena!
Ronny Steve dice
Espero no atacar y dejar darme pena odio eso . Ya estaré preparado lo bueno esque llega pronto
Luis dice
Desde mi corta experiencia -20 años- veo fundamental el autoconocimiento para que una relación sea perdurable en el tiempo. No saber lo que quieres, lo que estás dispuesto a ceder o, simplemente, ceder parte de tu marco al comienzo de la relación -aún cuando albergues la esperanza de volver a recuperarlo dentro de la misma-, son factores que «queman» relaciones, y creo que pueden ser considerados todos como formas de infidelidad para con uno mismo.
En mi caso particular, mi relación actual comenzó permitiendo que ella impusiera su marco en valores fundamentales para mi, como son mi espacio personal y tener tiempo para estar solo y con mis amigos. El resultado: un año pasando todo el tiempo juntos, dejando de lado bastantes relaciones de amistad que por suerte aún conservo, y mi decisión drástica de irme a estudiar fuera a pesarpesar de, y contra, la fuerza y el chantaje emocional ejercido. Ha habido discusiones fuertes durante este año en las que he reivindicado mi espacio y han terminado con acuerdos verbales que nunca se han llevado a cabo.
Actualmente, tras 3 meses fuera y largos periodos de reflexión, creo que esta decisión de irme fue mi manera provisional de «huir» de la relación. Tras volver a estar con ella una semana hace unos cuantos días, tengo claro que debo terminar con la relación pero he estado buscando un unicornio en forma de buen momento para hacerlo, y los unicornios no existen. Creo que me falta valor, huevos, decisión o como quiera llamarse, y una parte de mi no quiere causarle ese sufrimiento a ella que le generaria la ruptura.
Empezó como un comentario para opinar sobre el artículo y he acabado haciendo una síntesis de mi relación, pero creo que me hacia falta desahogarme y ordenar mi cabeza. Lo siento por el rollazo 🙂
Felicidades por otro gran artículo y por tu canal, Ray. Sigo a todo el equipo de SC desde hace años y hacéis una gran labor. Un abrazo.
Ray Havana dice
Luis,
Mis felicitaciones por tu reflexión. Está claro que sabes lo que te conviene. Ahora sólo te falta el amor suficiente a ti mismo para hacer lo mejor tanto para ti como para ella.
Un abrazo y gracias por tus palabras.
ricardo mañon dice
Me ha encantado esta definición de fidelidad, como satisface cada aspecto que mencionaste y la verdad es que dicho concepto me llena tambien. Todo me hace pensar en relaciones anteriores y este aspecto es la razón principal por la que han fallado. Por otra parte aun me cuesta mucho comprender la parte de la no exclusividad sexual quizá por mis creencias, aunque, como ya lo mencionaste estos pensamientos provienen del miedo y por tanto solo me dice que tengo que trabajar mas en mi aun asi quisiera saber si, es posible tener una relación sana de exclusividad sexual? (Claro tomando en cuenta que tanto ella como yo estamos en constante mejora) gracias Ray aprecio mucho tu trabajo, tu sabiduría y por supuesto tu manera tan rica para expresarte.
Ray Havana dice
Hola Ricardo,
Lo primero agradecerte tus palabras ya que eso que expresas con ellas eran la intención que yo buscaba: ayudar.
En cuanto a la posibilidad de una fidelidad con exclusividad sexual, voy a ir un paso más allá:
¿Cómo imaginas una vida en la que algo sea imposible?
Escasa, ¿verdad?
Bajo ese supuesto —que la fidelidad a uno mismo no pueda contener la exclusividad sexual con una pareja única—, la fidelidad sería una maldición pues parte de una premisa de escasez; de una situación donde elijas lo que elijas: pierdes.
Si bien es cierto que elegir supone renunciar, la fidelidad a uno mismo supone renunciar a todo aquello que NO quieres para ser, hacer y tener lo que SÍ quieres, ¿me explico?
Si en tu fidelidad está la exclusividad sexual para con una sola mujer, así sea.
En mi humilde opinión, considero que aquellos hombres que necesitamos —y, ojo, hablo de necesidad no de voluntad— variedad para «sentir» satisfacción, en realidad estamos tratando de llenar algo que no tiene límite: Ego. En lugar de llenar algo que tampoco lo tiene —tu corazón— pero sí que te llena de plenitud cada vez que lo haces. El Ego no te llena por el acto en sí mismo, muchas veces lo hace por el reconocimiento externo… pero eso ya es salirnos del tema.
Si encuentras a esa persona que te complementa y aporta crecimiento, es normal que tu sexualidad quieras disfrutarla sólo con ella. 😉
ricardo mañon dice
Una respuesta que como siempre supera las expectativas Ray, en parte algo me me decía que tu respuesta iria por ese lado, pero, tu sabes que en ocasiones y sobre todo cuando hay un cambio significativo en nuestra vida y nuestras emociones es cuando mas nos tambaleamos te agradezco mucho tu ayuda y tu compromiso gracias Ray y si hay algo en lo que pueda ayudarte ademas de compartir tu material, estoy a tu disposición.
Andy dice
Hola, ray.
excelente articulo, en cuanto a lo que tu dices, me eh sido infiel a mi mismo, uno de mis principios siempre ha sido la seriedad, si digo algo lo cumplo.
te digo que fue así por que, decidí «formalizar» una relación con una chica, a distancia. pero en el proceso, me acosté con otra chica, y mi novia actual no lo supo, ni lo sabe.
el problema es que me siento fatal, por eso. intente ignorarlo, pero me pesa la conciencia, ya que la relación es muy potenciadora y crece muy bien, ademas de que somos asertivos, en cuanto a lo que explicas.
En cualquiera de los dos casos posibles, me da mucho miedo:
1. seguir ignorándolo y seguir con la relación. el miedo radica en que por algún motivo en el futuro se sepa la verdad o que me de mas duro esos episodios de cargo de conciencia.
2. contarle lo sucedido. el miedo radica en el sentido de culpa, de por mi infidelidad a mi mismo. cagarme algo que estaba surgiendo de manera potenciadora y de bastante crecimiento. (y que me mande a la mierda).
¿que es lo mejor que puedo hacer? ¿para ser asertivo y hacer que funcione la relación?
muchas gracias ray.
Ray Havana dice
Hola Andy,
Cometer errores es humano. Todos lo hacemos. Por lo pronto, tranquilízate.
El error que comentas no es —o no debería ser— grave. Si realmente es potenciadora la relación, un error «al principio» no debería deshacerla.
Si que te acuestes con otra mujer supone una pérdida total de la confianza, quizá haya que replantearse qué es la confianza.
En cualquier caso, veo que sólo tienes temor. Todo tu discurso se basa en el miedo. El miedo es el peor consejero que existe.
Enfócalo desde el punto opuesto: el amor.
¿Qué beneficio tiene que le hagas cargar con tu error? Es decir, ¿es necesario que ella lo sepa?
En el caso de que la respuesta sea positiva, compártelo con ella desde el amor, no desde el miedo a perderla. Es decir, porque quieres que la relación se fortalezca no se debilite.
¿Cómo? Mayormente mostrando lo que valoras el aprendizaje que te ha dado y que estás dispuesto a ser sincero y no repetir errores.
Por otro lado, no sé si es que eres demasiado empático —es decir, te pones demasiado en su piel— o es que te culpas a ti mismo.
La culpa es otro estado de consciencia horrible. Vivir con esa carga no sólo va a acabar con la relación sino con algo más importante: TÚ.
¿Realmente eres culpable… o eres responsable?
Fíjate que una cosa no tiene solución, la otra, está llena de soluciones.
El culpable no tiene perdón. El responsable directamente emprende acción para mejorar la situación.
¿Dónde estás tú?
Un abrazo, mucho ánimo, más energía y que tomes excelentes decisiones…
Anonimo dice
Tu que harías si tuvieras 23 años y tu aparato no funcionara ?(no puedes darle sexo), tendrías pareja y aceptarías que se divierta con otros tarde o temprano le entrarían ganas no? o simplemente no tendrías pareja ya que no puedes darle sexo y te centrarías en mejorar en otras cosas menos tener pareja (tarde o temprano se enterara de que no te funciona para nada ).
Ray Havana dice
Hola,
Yo me centraría en «arreglar» mi aparato.
Aquí te das por perdido y te centras en ella, cuando eres tú «lo primero».
Si no tiene solución «convencional» descubre cómo puedes ofrecer satisfacción sexual y recibirla y trabaja en esa dirección. Antes o después empezarás a encontrar mujeres que disfruten de eso que «sólo tú» puedes ofrecer.
Ánimo, ten paciencia, escucha a tu cuerpo y fluye por esta vía alternativa que tiene reservada la vida para ti.
Bryan dice
Hola Ray ,
Ya he estado intentando arreglar mi aparato durante bastante tiempo , hay días que noto pequeñas mejorías y otros en los que siento que vuelvo a recaer (lo siento muerto a mi aparato, como si no tuviera )y me entra depresión . Ya que el sexo es algo básico en una pareja y sin eso , difícilmente alguien querrá permanecer a tu lado y si se queda seras mas cornudo que el venado con los cuernos mas largos del mundo.
Muchísimas gracias por tu consejo Ray , soy un fan de todos los que forman parte de seducción científica , sois todos unos craks . Antes imaginaba que todo era cosas del destino o fantasias de peliculas , no hacia nada por mi , estaba a merced de las circunstancias . Gracias a todos los videos que todos ustedes suben , he logrado quitarme la venda de los ojos , la verdad me cuesta aun aceptarlo , pero poco a poco poniendo de mi parte intento aceptar la realidad tal como es . Despues de todo aunque yo no lo acepte , todo seguira siendo tal y como es y el unico perjudicado sere yo al no tratar de sacar mi mejor version y aprovechar las oportunidades que la vida me de .
Seguire intentando arreglarlo , espero lograrlo algun dia y quiza llegue a formar parte de vuestro grupo de seduccion cientifica, me queda un largo camino pero es un sueño(muy loco por mi situacion pero me gusta ese sueño) .
Muchas gracias por tu tiempo y tus palabras .Saludos desde Ecuador , ojala algun dia nos visiten .
Ray Havana dice
Visita a un especialista, urólogo, para que te ayude.
Rosario dice
Años más tarde leo este artículo, y vaya que cae en mi vida en el momento indicado. No estoy sorprendida de lo que dices porque pienso muy parecido a ti. Gracias por clarificar mis pensamientos. El tema está en que empecé una relación donde acordamos ser sinceros y fieles. Fue fácil mientras estuvimos juntos. Pero ahora que seguimos una relación a distancia siento que no puedo sostenerlo, que necesito conocer e involucrarme con otros hombres que voy conociendo (incluyendo tener sexo con ellos) pero nose como decirlo. Temo proponerle una relación más abierta (qué ambos podamos tener sexo con otros si así lo sentimos) y que el no quiera seguir conmigo o que yo no pueda soportar que el esté con otras mujeres (en este momento creo que lo recibiría bien pero nose que pasara en un futuro). Nose por qué tantos miedos. Muchos de ellos se que son porque no quiero que los demás me juzguen.
Cintya Aguirre dice
Me ha gustado mucho este post, es bastante logico, definitivamente estamos en un tiempo de cambio donde ya no aplica las mismas creencias de hace 2000 anos atras, es necesario re formular (mejora continua). Este problema sin embargo me parece tan comun en hombres como en mujeres, y es la respuesta perfecta al por que no puede una persona ser fiel (es un tema que debe ir mas alla de sentirse culpable) el ser infiel no te hace una persona mala solo pq no cumples una creencias impuesta o una expectativa , esto mella en nuestra autoestima sintiendonos mal… creo que debemos sentirnos mal por no haber sido claros con respecto a nuestras expectativas desde el comienzo y que por ende alguien mas salio danado. Siento que amor es crecimiento personal, crecemos en las relaciones de pareja como personas como espiritus y por esto le decimos amor. Pero el mayor amor debe ser siempre el de nosotros mismos sobre todas las personas y cosas.
Deyivet dice
Que tal!pues es sorprendente lo que escribiste…… Ando aplicando esto desde mis 18 años ahora tengo 22 … Pero lo que me para es que no hay una persona que llegue a comprender lo que dices.."En cualquier caso, y perdona que sea yo el que agüe la fiesta, en algún momento, por tu parte o por la suya, va a pasar. De acuerdo, existen excepciones pero y si pasa, ¿qué prefieres: estar preparado o tener que improvisar?
Yo soy bastante partidario de la prevención.
Para prevenir algo así, la es muy importante, ya que hay que tener la suficiente madurez para aceptar conjuntamente que la posibilidad existe y cómo se va a proceder en ese caso."
Tengo una duda:
En el caso de elegir "estar preparada"
¿porque influye en que las personas creen que no siento nada por el, o no me importa ? Cuando se supone que es algo natural en los humanos
Andes De Fex dice
Ojala hubiera leído esto antes, me tocó aprender o todo a mi mismo por la fuerza pero me alegra que haya gente que piense exactamente igual que yo