Ya hemos explorado en profundidad cuales son los factores determinantes que te alejan de poder enamorar a una mujer.
Si recapitulamos, en el primer artículo de la serie —Cómo enamorar a una mujer—, encontrábamos los 3 escalones de consciencia que debemos superar.
En el segundo artículo de la serie —Cómo conquistar a una mujer—, veíamos en profundidad cada uno de esos escalones y sus manifestaciones más comunes. De manera que te sería más fácil ubicar tu situación actual y empezar a ser consciente de «dónde te encuentras».
En cualquiera de los artículos encontramos información muy interesante y que, personalmente, me hubiese gustado tener hace una década…
El inconveniente es que, por mucho que sepas cuál es tu situación, ser consciente no es más que el primer paso. Para obtener resultados hay que emprender acción.
Y, ¿qué pasa si no sabes qué hacer?
O quizá sí que sabes el qué, pero no cómo hacerlo.
Este es el cometido de esta serie de artículos: ayudarte a superar esos 3 niveles —a los que yo llamo: los 3 lastres.
Porque lo primero que debemos de tener muy presente es que no se trata de «enamorar a una mujer» sino de conquistar a nuestra mente subconsciente.
Teniendo esto muy claro —y no me cansaré de hacer énfasis en esto porque es la base de la pirámide emocional— vamos a tratar cada uno de los puntos mencionados anteriormente para tener una guía de auxilio práctica a la que poder ceñirnos.
De nuevo insisto, estamos generalizando y eso implica que su efectividad va a depender de la capacidad de cada uno para entenderlo e implementarlo en su vida.
No obstante, para los que aún así no consigáis adaptarlo a vuestro caso personal ahora o en el futuro, o los que queráis amortizar vuestro tiempo y no tener que redescubrir el fuego, al final del artículo tengo una solución definitiva para vosotros.
Ahora sí, sin más dilación, vayamos al tema…
Nivel 0: Autosabotaje.
—Yo no necesito eso.
Deja de engañarte. Sé honesto contigo y acéptalo. Cuanto antes lo hagas, antes te lo agradecerás porque estarás permitiéndote empezar a ser feliz.
—Sólo hace falta estar bueno, ser guapo, tener dinero o similares…
Deja de castigarte poniéndote limitaciones que no son más que excusas para justificar lo que no te ves capaz de conseguir fácilmente. En lugar de eso cuéntate verdad.
—Son unos vendemotos estafadores que juegan con los sentimientos de las personas y lo que realmente quieren es mi dinero.
Empápate de información contrastada como la que encontrarás aquí o en Dinámicas Sociales para entender realmente cómo puedes ayudarte a ser feliz, a sentirte realizado. Pero ojo, no creas lo que te digo, desconfía un poco hasta que puedas confiar «ciegamente».
Sé que no es difícil, sólo es cuestión de tiempo. La fórmula es seguir aquello que te «convenza» pero no creértelo hasta que hayas recibido suficientes «pruebas». Eso es algo que lo determinará la congruencia en el tiempo. Si en algún momento —tras días, meses, años…— ves que ese proyecto «empieza a hacer aguas» ya sabes que algo falla.
Nivel 1. Confusión y Miedo.
—No me veo capaz.
Si te sirve de consuelo: bienvenido al club.
Y es que creo que todos hemos pasado por ahí. La autoestima y la confianza en uno mismo son características que no siempre acompañan como debieran. La buena noticia es que puedo dar fe de que lo eres. De lo contrario serías la excepción a la regla porque en mi extensa carrera todavía no me he topado con alguien que no fuese capaz de obtener resultados en mis manos.
—El qué dirán.
Dos puntos importantes al respecto.
- Por mucho que nos pese, la gente se fija o interesa en nosotros mucho menos de lo que nos gustaría. Así que puedes estar tranquilo, aún queriendo lo tienes difícil para que a la gente le importes.
- En el supuesto de que haya un interés genuino por ti, entiende que eso no es más que «poder que tienes». Estamos hablando de lo que yo llamo: área de influencia. Así que, estás de enhorabuena porque a menos que estés cometiendo un delito REAL —y lo remarco porque una cosa es delito real y otra ético. El ético puede estar muy, muy, muy equivocado—, si entiendes que lo importante es cómo reaccionas tú ante las críticas —te resbalan; eres no reactivo; confías en lo que haces—, los que te critican no tendrán fuerza porque la fuerza —poder— en realidad la tienes tú.
Nivel 2. Tienes la mentalidad adecuada y la capacidad pero…
—Demasiada información.
Lamentablemente la única solución ante eso es aprender bien los principios y las bases de la psicología sexual femenina y masculina y discriminar lo que te llegue que suene a «estafa».
La buena noticia es que conforme encuentres fuentes verdaderamente fiables y que se actualizan constantemente —y ahí me incluyo ;)—, no necesitarás emplear tanta energía en filtrar la información y podrás emplearla en aprender e implementar directamente. Con la consecuente ganancia de resultados. Ése es el poder de la focalización.
Aunque para empezar tendrás que dispersarte un poco y gastar gran parte de tus recursos en filtrar el grano de la paja.
—Hacerlo solo se hace más difícil.
Más que difícil, pesado. Pero hoy en día ya no hay excusas. Gracias a que estamos en la era de la tecnología, comunicarte con gente con la que colaborar no fue nunca antes más fácil.
Piénsalo bien, ahora mismo dispones de toda esta información que comparto contigo gratuitamente y cómodamente desde tu casa, en el parque o donde quiera que tengas tu móvil con conexión a internet. Si lo piensas fríamente, ahora mismo estoy contigo ayudándote. 😛
—Mi caso es distinto. Complejo o síndrome de especial y único.
Así es: TODOS LO SOMOS.
Lo que sucede es que, por alguna extraña razón —mayormente porque no nos gusta ser sinceros con nosotros mismos y aplicar nuestros consejos—, nos resulta más fácil «ayudar» o aconsejar a los demás que a nosotros mismos. Pero sí, todos y cada uno de nosotros tenemos «un caso distinto y más difícil de tratar que el resto».
No te preocupes, existimos gente cualificada que podemos asesorarte debidamente desde fuera para que saques lo mejor de ti en cada situación.
—No tengo cerca a alguien especializado que pueda ayudarme.
Quiero que sepas que eso que acabas de decir me ofende. 🙁
Entonces… ¿Qué pasa conmigo?
Probablemente sea cierto que «no estoy cerca de ti» físicamente, pero resulta que la tecnología —y esto que ves es un claro ejemplo— hace ya años que solventó ese problema.
Así que… ¡déjate de escusas!
—Me encantaría asesoría especializada pero no me puedo permitir el viaje y sus costes.
Como ya hemos visto en el punto anterior, viajar ya no es un problema porque no es imprescindible. Eso sí… ¿qué hay de los costes?
Efectivamente, como profesional, valoro mi trabajo. Y además me consta que, cuando una persona paga por un servicio lo valora más. Así que es una alegría para mí que todos salgamos beneficiados cada vez que ofrezco mis servicios profesionales.
¿Te gustaría conocer la solución personalizada que tengo para ti?
Como avanzaba al principio del artículo, aquí te he mostrado una solución genérica para explotar tus resultados con las mujeres. Lo que sucede es que, al ser genérico, puede que en tu caso te resulte complicado adaptarlo. Es por eso que tengo algo preparado para alguien como tú: un hombre que está determinado a emprender acción y lo quiere hacer con garantías.
Evidentemente, con esta información tienes más que suficiente para evolucionar. Y es muy posible que consigas resultados —por eso comparto siempre contenido de la máxima calidad de que dispongo—, el único inconveniente es, lo que se denomina: coste de oportunidad.
Es decir, el tiempo que te puede llevar «reinventar la rueda» a base de «prueba y error» frente a aplicar un plan personalizado estratégico que funciona y te proporciona resultados en el menor tiempo posible.
Así que, si estás comprometido, quieres resultados y vas en serio, no dejes pasar esta oportunidad porque, por tiempo limitado, tienes un excelente bonus.
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