¿Pero estamos locos o qué?
¿Pero qué pregunta es ésa? ¡Hombre, pues claro que estamos locus!
Pero… pero… Locus de control. ¡Y ojo, no cualquier tipo de locus de control! Porque hay dos tipos. ¿Lo sabías?
O sea, está el locus de control externo y el locus de control interno.
Por que se podría decir que el locus es foco. Es decir, hacia donde tenemos el foco. ¿Dónde tienes el foco? Tú foco, ¿es interno o es externo?
¿Todo lo que te pasa en esta vida es ajeno a ti? Las circunstancias, el destino, la suerte, el azar.
¿O realmente tú tienes algo que hacer sobre todo lo que te sucede? Sí, sí, existen circunstancias, existen situaciones, puede ser más o menos adversas pero… ¿depende de ti el hecho de poder superarlas y crecer? Tu locus de control, tu foco, ¿es interno?
Yo lo veo muy claro. Para mí el locus de control tiene que ser interno. Y sí, hay circunstancias, hay momentos adversos, no siempre sale todo como queremos, pero en tu mano está focalizar en ti mísmo y decir:
—Vale, con esto que me está dando…
Hay una frase muy bonita, que me gusta, que es:
«el destino baraja las cartas pero tú las juegas.»
Pues tu forma de jugar esas cartas es lo que va a determinar que ganes o no. Y de hecho, el juego, el póquer, es un juego de azar pero, casualmente, hay gente que con ese juego de azar es una máquina y está haciendo una auténtica fortuna. De hecho, hay un gran jugador español, un cerebro, que ha conseguido crear sistemas y métodos para que el azar, la estadística, jueguen a su favor y crear ese focus de control interno para crearse una vida plena. Así que, si cada vez que vayamos a entrar a una mujer, ella nos va a decir: —no, déjame, no me
interesas, lo que sea. Pero en nuestra mano está poder cambiar eso, o sea, focalizar en el locus de control interno o, sencillamente, es decir: —no le gustó, no soy su tipo, no tengo nada que hacer.
Hay una pregunta muy recurrente también qué es: ¿El físico importa? Y yo digo: —¡Sí! Muchísimo, muchísimo. El físico es fundamental. ¿Pero por qué? ¿Porque es fundamental? No sólo porque
ella le pueda o no entrar por los ojos a primera vista, no. Depende de uno mismo.
Yo conozco gente que está bastante gordita que lo verías y dirías: —Este tío no tiene nada que hacer. Pero se quieren, se aman, están agusto con esa forma física y son unos cracks. Ellos se aceptan, se gustan, creen en sí mismos y entonces el físico les refuerza. Ahora, ¿Qué sucede cuando alguien que está acostumbrado a tener un físico diez, por así decirlo, o le gusta estar físicamente bien y, por lo que sea, se deja, le va mal, engorda y luego no se siente atractivo y no puede, o sea no tiene los mismos resultados? Pues, precisamente, es eso. Porque no se siente atractivo. Porque el físico, sí, juegan su contra. Porque él no se lo cree. Porque él no disfruta en sí mismo. Porque quizá él piensa que no tiene que aportar lo que tenía que aportar antes.
¿Entiendes el concepto, por dónde va la idea? Bueno, pues ya lo sabes. ¿Estamos locus? ¡Sí, pero ojo…! De control interno.
Como ejercicio te propongo que te centres en todos esos momentos, cuando dices:
—¡Ay, qué putada, parece que hoy no es el día para grabar!— por ejemplo.
Ahí hay un locus de control externo.¿Por qué hoy no es el día para grabar? ¿Porque las cosas no están saliendo bien? ¿Porque el clima no te acompaña? ¿Porque los elementos no están a tu favor En tu mano está todo eso cambiarlo y convertir ese focus de control externo en un focus de control interno.
Bueno, hasta aquí mi consejo, mi recomendación. Un poquito de atención en tu vocecita interna que te dice que las cosas no te van a salir bien por el destino, por a circunstancias y trata de focalizarlo en ti. Hazte responsable de tu vida. Los demás no tiene la culpa, ni las circunstancias, de que tú no seas capaz de afrontar las cosas. ¡Hazlo, afróntalas!
Y bueno, lo que no me cansaré de decir una y otra vez:
—No olvides… ¡AVENizarte… y… superMAXVACUARizarte!
***
Tomás falsas
—¡jajajaja… casi te matas!
—Estás reventado, ¿eh?
—¡Me mataré!
—Jajajaja.
—Pues no he pisado… No he pisado el regalo de milagro.
—Ha sido la mejor, jajaja
—¡Uy, uy, uy, que me mato, que me mato, que me mato!
—Tenías que haberte caído… en ésa.
—Me tengo que quedar más tiempo empanado.
—¡Claro!
—¡Joder, es que…!
—Es que no estoy tan en forma todavía, ¿eh?
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