Aprendiz: —Ray, me gustaría mucho mejorar en el campo de la seducción, tener más éxito con las chicas… Incluso, no sé, encontrar a la mujer de mi vida. Lo que pasa es que no me puedo permitir ir a uno de tus cursos.
Ray: —¿Y eso…?
Aprendiz: —Verás, es que vivo al otro lado del Atlántico. Entonces entre el vuelo y todo…
Ray: —¡Ah, vale! Entiendo… Bueno, pero para eso se ideó la formación online.
Aprendiz: —¡Ya, cierto…! ¿Sabes lo que pasa? Que también me da un poquito de reparo porque, claro, no sé a lo que me voy a enfrentar; no sé si quiera si estoy preparado para tener un curso así.
Ray: —¡Hombre, pues…! Tranquilo que ni muerdo… y además me adecuo al nivel de la persona, ¿no? Pero bueno, en cualquier caso, ¿en qué puedo ayudarte?
Aprendiz: —Bueno pues si me pudieras dar algún consejo, alguna herramienta o algo que me pueda servir para ir mejorando…
Ray: —Vale, para ir avanzando por ti mismo hasta que puedas dar el paso. Muy bien, déjame pensar… ¡Ya lo tengo, ya lo tengo!

Te voy a hablar de una herramienta muy sencilla de entender, aunque algo más costosa de aplicar, que a medio-largo plazo te va a proporcionar mucho más éxito en el campo de la seducción. Te estoy hablando del MODELAJE.

Modelar es tratar de incorporar hábitos o conductas de otros con más éxito que tú.

Pensarás: —Pues voy a modelar a Mario, a Pol, a Héctor, a África, a Ángel, a Ray…

Eso, para mí, es más tener un referente. ¿Sabes? Una luz al fondo, al final del camino… Como un faro, una guía. Pero, pero, no es realmente un modelaje como el que yo te propongo.

Para que lo entiendas bien… A mí, por ejemplo, me puede venir a la mente… ¡Tiger Woods!

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Imagínate Tiger Woods, el tigre de madera (madera de tigre…)

Conocida su envidiable reputación sexual en todo el mundo. ¡Claro! Si modelas el día a día de esa persona es muy probable que no aprendas nada, no entiendas nada y, sobretodo, no te funcione nada porque su tren de vida es bastante distinto al de la mayoría de mortales.

Yo te propongo que modeles a esas personas que están en tu círculo y que tienen más éxito que tú. Ése o ésos que hacen las cosas un pelín distintas a ti y ese pelín es lo que marca la diferencia.

Me gusta hablar de grados. Un ángulo de 2°, los destinos de ambos vectores, en la corta distancia, apenas hay milímetros de diferencia. ¿Qué pasa cuando esos vectores se van alejando en el espacio? Tienden a infinito, tienden a separarse cada vez más.

¿Qué quiero decir con ésto? Si tú empiezas a aplicar esos hábitos que estás aprendiendo, esas formas, esas conductas que aprendes de esa gente, en un día no vas a obtener resultados. Prácticamente tu diferencia va a ser mínima. En un mes algo puedes empezar a notar. Pero… ¿Y en seis meses? ¿Y en un año? En un año, donde estarías habiendo hecho lo de siempre no tiene nada que ver con donde estés.

¿Cómo? Que eres el que más éxito tiene de tu círculo… Bueno, pues hay una frase muy recurrente que dice:

Hace falta salir del barrio para darse cuenta de que uno no es el mejor. Templario.

¡Sal de ahí! Sal de tu zona, conoce a esa otra persona o esas otras personas que están a otro nivel un poquito por encima de ti y… como diríamos en ciclismo: “a chupar rueda”. Hazte amigo de esa persona, acércate y trata de absorber su conocimiento. Verás como en el medio-largo plazo los resultados irán apareciendo.

Espero que os haya gustado mi consejo y por favor…
¡No olvides AVENizarte y super MAXVACUARizarte!

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