Tener un círculo social amplio, capacidad para encontrar nuevos amigos e incluso de intimar con mujeres completamente desconocidas está muy bien… Pero qué hay de esos momentos en los cuales te apetece todo lo contrario: disfrutar única y exclusivamente de ti.
Si te pasa como a mí, que estás harto de que todo el mundo quiera formar parte de tu vida, deberás empezar a desarrollar las habilidades necesarias para evitar toda interacción. Aquí te presento las 10 reglas de oro para evitar cualquier interacción.
1. Evita el contacto visual
Si eres capaz esquivar cualquier contacto visual tienes la mitad de la partida ganada. El contacto visual es algo que puede servir de puente o excusa para que alguien comience una interacción contigo. Si tu mirada nunca contacta con la persona interesada estarás minando considerablemente sus posibilidades de conversar contigo.
2. Usa monosílabos
Aún con esas, hay personas que se tomarán la licencia de insistir. Existe, como tú, un reducido número de gente que se cree con derecho a ser escuchada. En ese caso, y sólo por educación, contestaremos de manera directa a la pregunta y en ningún caso daremos explicación alguna.
— ¡Hola!… (Pausa) ¡¿Hola?!
— Hola.
— ¿Dónde te has comprado esa camisa?
— En el Zara.
— Está súper chula.
— Gracias.
— ¿La elegiste tú o te ayudó alguien?
— ¿Acaso no me crees capaz de hacerlo por mí mismo?
(Sonido de error)
3. Ni se te ocurra hacer ninguna pregunta
Debes ser totalmente congruente. Y no me vengas ahora con que la persona era muy simpática o estaba muy buena. Si lo que quieres es evitar cualquier interacción no te puedes venir abajo a la primera de cambio. ¡Tienes que ser fuerte! Aunque esa persona sea súper maja y te dé todos los indicadores de interés del mundo no le des pie a seguir.
4. Mantén un lenguaje corporal cerrado
Nada como mantener los brazos cruzados y enfocar tu cuerpo lo más opuesto a la persona que te intenta hablar. Si aun así la cosa no funciona todavía te queda el arma definitiva: darle la espalda. Este gesto es tan inequívoco que el 99% de los mortales lo entenderá a la primera.
5. Utiliza un tono seco, cortante
Aún con todo lo anterior, a veces hay gente de lo más insistente. Gente que no es capaz de interpretar tus señales y tendrás que ser mucho más explícito. Por suerte existe algo más poderoso que las palabras y que forma parte de la comunicación no verbal: es el tono de éstas. Con un tono mucho más seco y cortante le estarás subcomunicando que no tienes interés alguno en mantener una conversación y, con suerte, se dará por aludida.
— ¡Hola!… (Pausa) ¡¿Hola?!
— Hola.
— ¿Dónde te has comprado esa camisa?
— En el Zara.
— Está súper chula.
— Lo sé.
— ¡Que no se te suba a la cabeza!
— Tranquila.
— ¡Adios!
— Nos vemos.
— ¡Lo dudo!
6. Da prioridad a tu móvil
Aunque a estas alturas deberíamos haber tenido el mismo éxito que el del ejemplo te sorprenderá saber que podría no ser así. Es un número muy, muy pequeño y casi despreciable, pero todavía existe gente que no se dará por aludida y persistirá. Por suerte, aún podemos echar mano del avance tecnológico y sacar nuestra arma secreta: el móvil. Además podremos hacer uso de éste en dos niveles. Nivel Suave: A modo de indirecta o Nivel Extremo: Siendo totalmente explícitos.
Nivel Suave: Ponerte a responder mensajes de WhatsApp o similares.
Si aún con esas no sirve y dicho elemento/a sigue insistiendo en conversar tendremos que pasar al Nivel Extremo: Mantener una conversación telefónica.
Nota: Si eres de los que no tiene una vida social muy dinámica aun así puedes simular los estados anteriores obteniendo similares resultados. Otra cosa es que te convenga seguir todos estos pasos…
7. Habla muy rápido o balbucea
Lo sé, puede resultar increíble, pero todo esto puede que te ayude sólo de manera temporal. Una vez hayas acabado de usar tu arma secreta, el/la acosadora puede iniciar de nuevo su ataque. Ahora sí, no te queda otra que empezar a sacar arsenal pesado. Y pocas cosas hay más pesadas que balbucear, hablar muy rápido y ser poco entendible. Créeme. Si consigues frustrar a la otra persona para entenderte te habrás salido con la tuya definitivamente. Aunque acabe pensando que eres retrasado o algo similar. ¿Qué importa eso si al final consigues lo que querías?
8. Utiliza una jerga nada adecuada al contexto
A estas alturas dudo que ninguna acosadora no se haya dado por vencida. Pero cabe la posibilidad, haberlas haylas. En ese caso mi consejo es que trates de comunicarte con ella de la forma menos apropiada posible, es decir, si es una persona educada y con cultura, estudios, etc. Utiliza un tono barriobajero con una jerga rozando lo “choni”, es decir, sé un completo impresentable. Si por el contrario se trata de una “choni” utiliza terminologías muy cultas y que la hagan sentirse acomplejada. Si consigues cualquiera de estos dos estados te aseguro que se acabó tu sufrimiento.
9. Utiliza gestos hostiles
Tanto si estás a punto de reconquistar tu intimidad como si todavía te queda un largo trecho. Con este consejo podrás: bien recrearte dándole el estacazo final antes de que esa “persona” quiera desaparecer completa e indefinidamente de tu vida, bien empezar a quitarle, definitivamente, las ganas de seguir acosándote. Para ello te aconsejo que mezcles dos de los gestos más poderosamente repulsivos que existen. Por un lado poner caras de asco, desagrado y repulsión. Algo así como que lo que dice te parece estúpido, ofensivo o que, sencillamente, esa persona huele mal, muy mal. Por otra parte aprovecha para hurgarte la oreja extrayendo cera de ésta y, por supuesto, sácate algún que otro moco a su salud.
Nota: La cara que estás poniendo en este momento es exactamente la que tienes que usar. Veo que lo has entendido perfectamente. Ahora practica sacándote un poco de cera y algunos mocos y tendrás la habilidad completamente dominada.
10. Utiliza un tono cabreado
No debería ser necesario mencionar este punto, pero, más vale prevenir que “currar”. Así que, si la acosadora ha sido capaz de superar todas y cada una de las fases anteriormente expuestas sólo te queda añadir esta última. Habla con un tono cabreado. Sí, grita un poco y respira marcadamente. Esto, además, te ayudará a enfatizar los gestos faciales hostiles del punto anterior.
La verdad es que eres la persona más curiosa con la que he hablado nunca, jejejeje.
Si a pesar de todo no lo has conseguido, decididamente no sé qué más puede ayudarte. Así que os apelo a vosotros, los espectadores, a que aportéis más puntos relevantes en la caja de comentarios.
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