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Muy buenas, Atractor y bienvenido a PíldoRays. Tu podcast exprés de atraidasporti.com para liberar tu atractivo irresistible y convertirte en lo que yo denomino, un Atractor.
Para canalizar bien toda la energía que nos envía nuestro subconsciente en forma de miedo, debemos ir a la raíz, a la esencia.
Si nos quedamos en la superficie —atajar el miedo que es un resultado— estaremos achicando el agua pero no tapando los agujeros por los que entra.
Entendido esto, debemos trabajar en nuestro Propósito. Si sabes lo que quieres, no hay miedo que valga.
¿Quieres potenciar tu propósito? ¿He oído sí?… ¡Empezuamos!
Tu Propósito
Cuando hablamos de propósito, no nos referimos a algo abstracto o etéreo, sino a algo muy concreto y real: enfrentar nuestros miedos y entender qué nos motiva realmente. A continuación, te guiaré en este proceso de autoconocimiento.
Identificando el Origen de tus Miedos
Lo primero es reconocer en qué situaciones sientes miedo. Puede ser al interactuar con alguien influyente, al hablar en público o al expresar tus sentimientos. Ser CONSCIENTE de tu miedo implica dos acciones:
- Conocimiento: detectar ese miedo. Mirarlo de frente.
- Reconocerlo: Aceptar que está ahí y no resistirte ni luchar contra él. Es sólo un mensaje de tu subconsciente que tienes que aprender a traducir de forma potenciadora.
Estos dos simples pasos son cruciales para potenciar tu consciencia y aprender a gestionar de manera distinta ese miedo.
Profundizando en el Trasfondo de tus Miedos
Tomemos como ejemplo el miedo a hablar en público. Superficialmente puedes preguntarte: ¿Qué me aterra de esta situación? Las respuestas pueden variar desde olvidar el discurso hasta temer hacer el ridículo. Esto, normalmente, se traduce en una falta de confianza, ya sea total o parcial.
En inglés se dice: Competence is Confidence. Si tienes el discurso bien trabajado y crees ciegamente en lo que estás exponiendo, ya pueden ponerte en frente a los mayores expertos sobre el tema. Sabrás que no estás diciendo ninguna sandez y que tienes algo importante que aportar.
Porque a nivel profundo debes preguntarte: ¿Por qué quiero hablar en público? ¿Cuál es mi propósito real detrás de esto?
Ya sea que tienes algo que compartir muy importante o que quieres desarrollar la habilidad de comunicar bien en público para en un futuro exponer algo importante, un propósito poderoso está por encima de cualquier miedo.
Expectativas Propias
Por otro lado, a menudo nos exigimos más de lo que los demás esperan de nosotros. ¿Tienes miedo de que se te note nervioso y titubeante? Es crucial entender que no podemos controlar la opinión de los demás, y que nuestra influencia termina donde comienza la de los demás. Si lo que haces es ético y aporta valor, ya tienes mi aprobación. Los nervios iniciales seguirán ahí por unos instantes pero tras superar esa pequeña barrera verás como todo fluye.
Herramientas para Desbloquearte
Una vez reconocido el miedo y teniendo tu propósito presente, es momento de afrontarlo.
Para empezar puedes hacerlo hablando contigo mismo, como si concertaras una cita con tu subconsciente. Ponte frente a un espejo y admítele que hablar en público te da miedo porque nunca lo has hecho y temes ser rechazado. Añádele que este miedo es normal, les pasa a todos y que es una señal de que vas a hacer algo grande. Sólo hay una cosa peor que estar nervioso o tener vergüenza: no expresar algo que podría ayudar a miles de personas.
También puedes reinterpretar ese cosquilleo en el estómago. En lugar de nervios, puedes llamarlo excitación o energía. En lugar de ser algo que te bloquea, míralo como algo que te pone alerta y te confiere motivación para hacerlo.
Por otro lado, estando ya encima del escenario puedes ser honesto y compartirlo con tu audiencia: -Me vais a tener que perdonar los nervios pero es que esto que quiero compartir con vosotros me parece muy importante y espero estar a la altura.
Al mostrar tu vulnerabilidad, notarás que tu reacción se apacigua ya que tu subconsciente acaba de quedarse sin armas. Ahora todo el mundo ya sabe que estás nervioso y, curiosamente, empezarás a sentirte más confiado.
Superpoder Cotidiano
¿Hay algo que puedas hacer cada día sin toda esta parafernalia del espejo y que se transfiera a cualquier situación importante de tu vida?
Ya sea una negociación, una entrevista de trabajo, hablar en público o una cita, te presento a un superpoder que puedes desarrollar en toda interacción y que cambiará tu vida para siempre. No sólo contigo mismo, sino en cómo los demás te perciben.
Te hablo de un concepto que va más allá de lo que muchos creen entender: Asertividad. Y ojo porque mal aplicado puede parecer que eres un cuñado. Hay una delgada línea entre ser asertivo y entrar en batalla de egos. Simplificándolo mucho, el secreto está en no implicar emocionalmente a tu ego.
La asertividad es un modelo de relación interpersonal que se basa en conocer y defender tus intereses teniendo en cuenta los intereses de los demás. Se sitúa entre la pasividad —dejar que se aprovechen de ti— y la agresividad —explotar y enfrentarte— y consiste en manifestar tus convicciones y defender tu postura de manera firme y equilibrada.
¿Qué relación tiene la Asertividad con el Miedo?
La asertividad te permite comunicar tus ideas y sentimientos o defender tus derechos de manera concisa y efectiva sin intención de dañar o perjudicar a otros. Aunque es cierto que, en ocasiones, habrá gente que se sienta atacada, pero eso no debe hacerte dejar de ser firme sino tratar de que tu mensaje sea bien entendido.
Ser asertivo te lleva a actuar desde un estado de confianza y responsabilidad, en lugar de la limitación vital que presentan la ansiedad o la culpa que conlleva la pasividad o la ira y el resentimiento que se asocian a la agresividad.
La asertividad te permite comunicarle a tu subconsciente que sabes desenvolverte en la vida y afrontas los desafíos de manera adecuada por lo que va a confiar más en ti y permitirte más libertad. Digamos que a ojos de tu subconsciente, consigues un estado de madurez mayor y, por tanto, dejará de sobreprotegerte como a un niño indefenso y estará más tranquilo y calmado al sentirse guiado por un adulto responsable.
Motivación o Excusas
Recuerda siempre la frase: Quien quiere hacer algo encuentra motivos y quien no, excusas. Esta frase también te ayudará a centrarte en lo importante y encontrar razones para superar tus miedos cada vez que te encuentres con ellos. Si no encuentras esos motivos, es que no sabes cuál es tu propósito.
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Y, como siempre digo, mucho ánimo, más energía y, que de los resultados no deseados de tus decisiones, sí o sí, saques excelentes conclusiones.
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