¡Bienvenido a este test de frusquedad infalible!

Sí, sí, ya sé que tú no lo necesitas, que has entrado sólo por curiosidad… ya, ya… Pero bueno, quizá para cuando acabes de ver este vídeo te des cuenta de que estabas un poquito más equivocado de lo que creías.

Pero bueno, no me voy a enrollar. ¡Vamos adelante!

A continuación te voy a poner un vídeo del cual me gustaría que prestaras especial atención. Es de una artista y es algo así:

A ver, te estoy diciendo que prestes atención al vídeo. ¡Eh! ¡Ehhhh! ¡Para, para, para!

¡Pero bueno! Te he dicho que prestaras atención al vídeo…

¿Seguro? A ver, ¿qué había en el vídeo? A ver, espera, espera. ¿No me digas que estabas viendo algo así…?

¿Cómo? ¿Que no ves la diferencia? ¡Esto es mucho peor de lo que esperaba!

Pero bueno, vamos a probarlo otra vez, ¿de acuerdo? Una vez más. Dentro vídeo:
Si te fijas, detenidamente, —presta mucha atención— podrás ver que hay una guitarra. ¿La ves? ¿Sí? ¡Bien!

Bueno pues… Enhorabuena. Tu nivel de frusquedad ha bajado considerablemente. Es una batalla ganada, ¡enhorabuena!

Bromas aparte, a parte de ser este vídeo un buen ejercicio para aceptarnos y de humildad, también va a servirnos para abrir los ojos. Porque hay que aceptarlo, tenemos que aceptarlo: tiran más dos tetas que… una pedazo de artista haciendo una super cover que ya nos gustaría a más de uno poder soñar con hacer.

Y esto, no guste o no, esté políticamente aceptado o no, incluso esté socialmente aceptado o no, es un hecho y tenemos que aceptarlo: No está mal. Ser un hombre, tener estos impulsos, es algo canalizable, es una energía, no hay que reprimirla, no hay que avergonzarse de ella. Hay que saber hacer uso de ella. Y de hecho, el problema viene cuando, sabiendo que vamos a ser criticados al ver este vídeo por nuestros cambios hormonales, químicos —porque van a haber cambios. Si eres hombre y ves este vídeo algo va a cambiar en tu química orgánica—, pues sabiendo esto, tratan de atacar antes de ser atacados, ¿vale? De ser ofensivos. Que al final no es más que un mecanismo de defensa.

¿Para qué?
Para evitar esos ataques.

¿Y cómo lo hacen?
Con comentarios que, evidentemente, dejan claro que esa persona no tiene ni idea de cual es su rol como hombre. Como por ejemplo:

—Te valoraría más, como artista, si te pusieras una camiseta decente.

O sea, ¡yo fligo! ¡Camiseta decente! Ya sólo el término decente me parece tan escaso, tan de mentalidad de escasez. Decencia, ¿qué es la decencia? No voy a entrar ahora en filosofar, porque no es el caso, pero, ¿qué os dice ese comentario?

Sí, hay algunos graciosos como los que os he expuesto al principio, pero hay otros que evidentemente me dejan ver claramente —y vosotros lo podéis comprobar— que esos hombres no tienen claro cuál es su rol.

Además, es de sentido común. ¿Tú te crees que ella no sabe lo que está haciendo? ¿Crees que ella no sabe que es mucho más viral y que vende mucho más haciendo este tipo de vídeos?

Y le disguste a quien le disguste, es lo que ella está intentando, que es: promover su música, promover su talento utilizando todas las herramientas de que dispone y así, pues, conseguir mucho más trabajo. Que, por otro lado, merecidísimo porque hace un trabajo musical excepcional. ¿Y qué tiene de malo si una persona sabe los recursos que tiene, sus mejores herramientas y las usa para conseguir sus propósitos sin perjudicar a nadie?

Porque no nos engañemos, aquellos que se sienten ofendidos porque esta mujer no lleve una camiseta decente en realidad son frustrados, tienen problemas. Yo, personalmente, disfruto mucho más de estos vídeos gracias a esos tops y lo digo y no me avergüenzo: —¡Me encanta!

¡Ojo! Me encanta también lo buena que es tocando y cantando. Hace una música excepcional, pero… Y de hecho, si quieres comprobar lo buena que es, ponla y cierra los ojos o apaga la pantalla, sólo escúchala. De otra manera pues te va a costar.

Pero… Bromas a parte, es una gran artista, lo hace muy bien y nos alegra la vista, ¿qué tiene de malo?

Esto, si lo criticas, o eres un frustrado o eres una amargada que tiene una envidia que no le cabe encima y eso ya es un problema de cada uno. A mí me motiva, me incentiva. La veo y me apetece tocar porque me genera una energía… Obviamente me apetecen otras cosas también, de acuerdo, pero esa energía misma de «Me apetecería saltar dentro de la pantalla y acabar la cover con ella» pues la canalizo en ganas de ensayar o ganas de hacer algo que me guste hacer, ¿vale? En este caso pues me apetece componer música. Esta música me motiva porque lo hace muy bien y la veo y me motiva. Esa energía sexual que despierta en mí la canalizo para crear, para ser constructivo, ¿qué tiene eso de malo?

¡Y ojo! Que este vídeo no lo hago para criticar a ese pobre hombre frustrado o huele bragas, baboso que hace esos comentarios. Los comentarios lo definen, yo no lo quiero criticar. Ni a esa mujer despechada que la envidia le corroe. No. Que los vais a ver pero no, no quiero criticar a esas personas. Cada uno… En fin.

Yo lo que quiero es a ti, que estás aquí, abrirte los ojos y… hacerte ver que…

¡Para, para, para, para…! ¿Qué haces?

Ya, ya, ya sé que ibas a comentar en su vídeo, pero ¿estás teniendo en cuenta lo que te he dicho?

Porque puedes hacerlo, eres libre, pero ojo a lo que vas a decir: filtro positivo. Se constructivo: qué te aporta y reconóceselo. Porque esta artista se lo merece. Es muy buena, así que no seas… Ya sabes… Tú, tú, que tienes esta información, puedes obrar en consecuencia.

¿Cómo? ¿Que no se te ocurre qué poner?

Vale, pues te recomiendo que veas el vídeo tantas veces como sea necesario hasta que lo entiendas y si eso no funciona… Mario Luna, próximamente, va a sacar su nuevo Libro que es una auténtica joya —y sí, lo puedo decir— que no sólo es para ti: hombre, también para vosotras. Y es un señor manual de instrucciones de cómo ser una persona completa.

Es… Ha vuelto a romper el molde. ¿Para qué nos vamos a engañar? O sea, lo ha vuelto a hacer. Así que aún tenéis, aún tenéis esa opción. Y nada, hasta aquí el vídeo de hoy…