Seguro que eres consciente de la importancia del contacto físico —también conocido más específicamente como Kino— especialmente cuando se trata de tocar a una mujer.
Estarás de acuerdo conmigo en que sin contacto físico, difícilmente vais a poder acariciaros, besaros y, evidentemente, explorar vuestros cuerpos.
Pero teniendo esto claro, te preguntarás, ¿por qué tengo ciertos inconvenientes a la hora de tocar a una mujer?
- ¿Por qué me siento incómodo?
- ¿O por qué me da miedo?
- ¿O por qué no me siento «natural»?
- En definitiva, ¿Qué me está frenando a hacerlo o impidiendo hacerlo con éxito?
Pueden ser muchos los motivos, entre ellos desde mecánicos —es decir, de costumbre o forma de ser tuya—, pasando por emocionales —dependiendo de la historia y vínculo que tienes con esa persona—, hasta racionales —ideas o conceptos concebidos sobre el contacto físico a través de la cultura y las experiencias personales que has tenido.
Sea cual sea el caso, lo más importante es entender cómo funcionan las dinámicas sociales tanto a nivel sociocultural —el entorno o contexto que rodea cada situación—, así como a nivel personal —tu experiencia personal y la de ella/s.
Empecemos por explorar muy superficialmente sus beneficios…
Beneficios de la kino
Para empezar a romper todos los tabúes que se encierran en nuestras creencias sobre el contacto físico —kino— es crucial entender todo lo que nos estamos perdiendo por no estar «haciendo uso de ella».
A continuación voy a compartir contigo sólo algunos de los impresionantes beneficios que puedes estar perdiéndote—o catastróficos problemas que puedes estar sufriendo— por no instaurar adecuadamente el contacto físico en tu vida.
Salud
Además de la necesidad del contacto físico —véase marasmo: miles de bebés murieron por falta de contacto y Haefobia: miedo a ser tocado potencialmente capaces de generar enfermedad y/o muerte—, son muchos los beneficios a nivel físico y mental que abarca el cuidar de este sentido tan infravalorado —por operar a un nivel tan subconsciente.
Sólo centrándonos en el poder del abrazo encontramos que:
- Es un gran relajante —Gran liberador de estrés.
- Genera placer —Fortalece el sistema inmunológico.
- Crea cercanía y familiaridad —Construye y refuerza vínculos emocionales.
- Genera reconocimiento y aprobación —Fortalece la autoestima.
- Etc.
- Y todo eso de manera unívoca, es decir, de manera igual para ambas personas.
Evidentemente esto no acaba ahí. En varios estudios se ha demostrado que atravesar un estado de dolor agarrándote a alguien fuertemente consigue que la persona que está sufriendo tolere mucho mejor el dolor —vease el caso de la mujer en el parto o cuando un niño va a vacunarse.
Las hormonas que segrega tu organismo a través del contacto físico tienen infinidad de beneficios capaces tanto de relajarte como de motivarte. ¿Vas a privar a tus seres queridos de semejante privilegio?
Comunicación
¿Te has preguntado alguna vez cómo poder mejorar tu capacidad de comunicación?
Si bien es cierto que la dicción, pronunciación, inflexión, tono, velocidad, ritmo, fluidez, palabras utilizadas, etc. de tu mensaje verbal juega un papel importante, está más que demostrado que acompañar tu mensaje con un ligero contacto físico potencia de manera importante tus niveles de Credibilidad y Confianza, algo incapaz de conseguir sólo con tu lenguaje verbal y tus expresiones corporales juntas.
Influencia
Este aumento en tu confianza y tu credibilidad ha demostrado ser creador de mayor influencia y persuasión en el receptor de tu mensaje —independientemente de su sexo— gracias a la cercanía capaz de transmitir tu contacto físico casual.
Hay muchos más beneficios asociados al contacto físico como pueden ser
- Estado de ánimo positivo,
- Niveles elevados de productividad,
- Mejor tolerancia al riesgo,
- Etc.
Seguir ahondado en más beneficios nos desviaría del propósito principal de este artículo, pero antes vamos a desmentir algunos de los mitos peor asociados con el contacto físico. Algo que creo muy necesario para eliminar bloqueos e inconvenientes que nos están impidiendo disfrutar de uno de los sentidos más importantes que poseemos como seres vivos.
Mitos y verdades
El contacto físico sólo es físico
¿Cuál es tu respuesta natural —instintiva— cuando tu contacto visual se alarga más allá de 5 segundos con un desconocido/a?
No hace falta que respondas. A menos que vayas buscando desafiar a alguien o, probablemente, estés bastante descalibrado, mantener la mirada a alguien que no conoces, cuanto menos, resulta incómodo.
¿Tanto como si le estuvieras tocando? Sí, de ahí que lo llamemos correctamente contacto visual.
¡Ojo! Que el contacto visual no es excluyente del contacto físico. Es otra vía de comunicación muy poderosa que debemos aprender a utilizar. De la misma manera que te puedes comunicar con un extranjero sin saber hablar su idioma pero la profundidad alcanzada nunca será la misma que si compartís un mismo lenguaje.
Tienes que tocarla desde el principio
¿Cuántas veces has oído lo siguiente?
Cuanto más tiempo pase entre que empiezas a hablar con ella y la tocas, más artificial se irá volviendo vuestro contacto físico. Creencia Popular
Que tiene que existir contacto físico en tu comunicación, a estas alturas, ya está más que claro, ¿pero cuándo es el mejor momento?
Mi respuesta es lo antes posible. Y quiero remarcar lo de posible. Porque no es una cuestión de velocidad sino de «oportunismo».
La Kino puede darse antes de empezar a comunicarte verbalmente, poco después de haber empezado a hablar o quizás horas más tarde.
Cuanto antes se dé es importante porque, como cualquiera de las otras vías de comunicación —no verbal: visual, expresión, gestos, etc. y verbal: palabras, inflexiones, silencios, etc.—, ésta requiere un proceso de adaptación y evolución. Ahora bien, ¿y si por querer adelantar los acontecimientos generamos justo el efecto contrario?
Sea como sea, tócala
Sí y no… Esta premisa es válida para experimentar y aprender por prueba y error. Pero si el contacto físico que tienes con tus allegados es «bueno» o «natural» ¿Por qué tienes que forzarlo?
Como ya he dicho, a menos que quieras experimentar con posibles reacciones o sea «totalmente nueva» esta forma de comunicación para ti, te recomiendo que seas paciente y toques «cuando toca» y «como toca» —algo que veremos más adelante.
Entre otras cosas, vas a transmitir muchísimo más de lo que crees a través de tu kino: si estás nervioso, transmitirás nervios, incomodidad, si estás «necesitado de amor» transmitirás escasez sexual, etc.
Como dice la canción:
Después me dijo un arriero, que no hay que llegar primero, pero hay que saber llegar. El rey. José Alfredo Jiménez
Si no sabes tocar, céntrate en tocar
Entiendo que si no controlas lo suficiente sobre algo, centres tu atención en aprender esa nueva habilidad, lo que sucede en este aspecto es que tocar no es una habilidad independiente sino que, como ya he remarcado, es parte de una competencia mayor: tu comunicación global.
Por lo tanto, tu contacto físico debe de estar en sincronía con el resto de tus canales de comunicación. Deberás aprender a coordinar tu kino con lo que quieres transmitir así que te recomiendo trabajarla en conjunto con tus intenciones —lenguaje no verbal— y tu mensaje —lenguaje verbal.
A las mujeres no les gusta que las toquen
Aparte de que si así fuese nos habríamos extinguido, la realidad es que, como a cualquier otro ser humano, a las mujeres les encanta el contacto físico: de hecho las vuelve locas… Eso sí, no de «cualquiera» y como dije en los puntos anteriores, tampoco de cualquier manera ni en cualquier contexto.
Hay muchos más mitos pero éste no era el cometido del artículo así que si quieres que tratemos algún otro, añádelo en los comentarios.
Ahora sí, vamos a tratar las X claves para que tu contacto físico sea adecuado, de esta manera te resultará más cómodo, será más natural y efectivo.
1. Ubicación vs Posición
Mucho antes de que el contacto físico sea posible existe la distancia llamada «espacio personal». Se trata del espacio que rodea a una persona y que sentimos como zona íntima. Muchas personas se sienten incómodas cuando te aproximas a partir de cierta distancia.
Lo cierto es que la distancia no es lo más importante. Aunque es un factor que influye, influye mucho más el «tipo de exposición» que la distancia.
De esta manera, podemos estar en contacto físico con el rostro de una chica pero sin estar de frente —ya sea de lado o de espaldas— y ella no sentirse «amenazada». Sin embargo, podemos estar un palmo de sus labios frente a frente y suceder todo lo contrario.
2. Distancia mínima
Apoyándonos en el punto anterior, deberemos adoptar una distancia y posición adecuadas para poder tocar. Si no nos acercamos lo suficiente como para poder tocarla porque pensamos que le podemos faltar al «respeto» al invadir su espacio, en realidad estaremos mostrando inseguridad, poca experiencia y, en definitiva, miedo.
Como suelo apuntar a mis alumnos, la distancia máxima no debe de superar la que usamos como referencia a la hora de sentarnos a conducir. Aunque, como ya he apuntado en el punto anterior, no es tanto la distancia como el tipo de acercamiento. Eso sí, si no te acercas lo suficiente como para poder tocarla… ¿cómo vas a tocarla?
3. Zona de contacto
Aquí te presento un estudio —aquí en español— que explica que existen zonas con mayor o menor tolerancia dependiendo de la confianza que existe entre el que toca y el que es tocado.
En mi opinión este estudio no tiene en cuenta un factor crucial: la consciencia.
Si no eres consciente todavía —valga la redundancia—, el contacto físico sucede en su inmensa mayoría a nivel inconsciente. De hecho, sólo somos conscientes cuando:
- Resulta artificial —no es fluída, natural.
- No forma parte de tu comunicación —no acompaña tu mensaje.
- Llama demasiado la atención —tiene demasiada fuerza o demasiada presencia
- Tiene una intención extra —le das protagonismo para enfatizar algo más.
Si quieres hacer la prueba, trata de detectar cada vez que la gente te toca de manera casual y cuyo contacto «normalmente» pasa desapercibido. Y puedes hacerlo tanto contigo mismo —ojo, se te escaparán un montón de momentos de contacto— como con las personas que veas a tu alrededor.
Sucede lo mismo a nivel mental. Mientras que creemos que somos conscientes de «todo» o de la mayoría de las cosas, nada más lejos de la realidad. Nuestro subconsciente se está haciendo cargo del 99’9994% de la información que procesamos, frente al 0,0006% de tu parte consciente. Estamos hablado de 11 millones de bits de información de manera inconsciente —automática— frente a 50 bits de manera consciente.
A mí me gusta comparar este símil —Subconsciente vs Consciente— con Vista vs Tacto.
Pensamos que el sentido que más desarrollado tenemos es la vista, sin embargo, no somos conscientes de la inmensidad de funciones que cumple el tacto y de las toneladas de información que nos aporta de forma subliminal.
Como digo, muchos de esos datos los recibimos sin ser conscientes y no sólo no hay otra forma de recibirlos sino que aportan información imposible de recoger a través de ningún otro sentido.
Es el equivalente a lo que sucede de fondo cuando vemos una película. Normalmente nos fijamos en los personajes, en lo que dicen, en lo que hacen, en lo que aparece y desaparece —vista.
Sin embargo, el tipo de plano, la duración de los mismos, lo que nos muestra —y lo que no nos muestra (dejando libre a nuestra imaginación)—, el colorido, el sonido —efectos y banda sonora—, etc., etc., etc. Toda esa información nos está llegando y aportando muchísimo más sobre la experiencia de la película de lo que somos «conscientes».
Teniendo todo esto claro, no es tan relevante la zona que tocamos como el contexto que engloba «el tocamiento». Cuanta mayor intención haya en éste, más lo haremos consciente y, por ende, el sujeto tocado será «responsable» de su respuesta.
Una forma de entenderlo muy clara es cuando un niño toca a una mujer un pecho voluntariamente. La intención percibida por la mujer es de inocencia y, por ende, su reacción es «maternal»—aunque no siempre sea ésa la intención.
Si, además de «presunción de inocencia» se acompaña de un desvío de atención —como podemos ver en el siguiente vídeo— ni siquiera la persona tocada será consciente del hecho:
Aquí tienes un clásico 😉
Fijaos como le toco la pierna con la mano y le doy golpecitos con la cabeza de forma justificada —como «castigo»— por no acordarse «la amiga» de mi nombre. Eso hace que ella —la chica que no toco— se cualifique recordándolo y entonces la premio con un beso —hay que tener en cuenta que con una sola chica se simplifica bastante el asunto.
4. Eres contacto
Para que tu contacto sea natural y fluido tu kino debe formar parte imprescindible de tu comunicación.
¿Qué quiero decir con esto? Que debes de acostumbrarte a tocar a todo el mundo. Especialmente cuanto mayor sea el vínculo que tenéis.
¿Tocas a tus familiares con cariño y con toda la frecuencia que el «oportunismo» te brinda? ¿Muestras a tus amigos y amigas aprecio a partir de abrazos, caricias, cercanía, besos, etc.?
Si no es así, ¿a qué esperas?
Ten en cuenta que si sólo tocas a quien te atrae, no sólo estás siendo incongruente sino que estás perdiendo la oportunidad de «dar amor» —entendiendo la amistad como una forma de amor— a tus seres queridos y, si nos ponemos un poco egoístas, de mejorar el arte de tocar.
Ray, ¿tengo que tocar a los insectos?
A menos que tengas un vínculo emocional con ellos, no te voy a obligar. Eso sí, si a tu mascota le das cariño tan frecuentemente como es necesario, ¿por qué a las personas que aportan o podrían aportar a tu vida no?
5. Gesticula
La mayor ventaja de gesticular mientras te expresas es que tu cuerpo está en movimiento —especialmente tus manos— y abarcas más espacio por lo que, consecuentemente, vas a tocar más con menos esfuerzo —y sin ser percibido ni darte tú cuenta— ya que «te viene de paso».
La gesticulación, además, te ayudará a ganar expresividad en tu contacto físico ya que aprenderás a tocar con distintas partes de tu cuerpo —codo, muñeca, pierna, cabeza, labios— y de tus manos —palma, dorso, dedos, muñeca.
Espera… tengo uno más para ti. El tito Ray hoy está generoso…
6. La garra
Tu kino debe ser: protectora, acariciante, fluida, natural y arropadora. Algo que conseguirás con la garra.
la garra de autoridad rebosa.
Dominante, firme, grandiosa,
la garra es poderosa.»—Mario Luna
Adoptando la postura que puedes ver en la imagen —forma de pinza— podrás transmitir todo eso ya sea cogiendo por la muñeca, codo, hombro, mano, cara, etc.
Por descontado que va a tener importancia —además del foco de atención que imprimamos y del contexto— la presión que empleemos. Este sutil aspecto proporcionará mucha información complementaria.
Espero haberte aportado algo de luz al mundo oculto del contacto físico y… ¡ya sabes!
Se despide tu humilde servidor con mucho ánimo, más energía y que tomes excelentes decisiones.
P.D. Aprovecho para reforzar punto extra «la garra» mostrándote en primicia un fragmento de la canción basada en el 3er mandamiento «tócala» del libro Apocalipsex de Mario Luna que compuse hace ya tiempo.
Tengo más temas terminados pero por cuestiones de tiempo tuve que dejar el proyecto aparcado. Si te interesaría que lo terminara… puedes dejarme tu opinión en los comentarios. 😉
JPablo Rodriguez dice
Hola Ray, excelente articulo como siempre, tengo una anécdota que pasaré un poco después a audio.
La experiencia personal que he tenido –
1.- A veces me da miedo tocar
2.- Si apenas la conozco, me siento un poco incómodo
3.- Una vez me cachetearon cuando agarre un pecho a una compañera de clases.
4.- En secundaria una compañera me toco una pompi, cuando yo le toque la suya ella se molesto.
Jaja, si Ray estoy trabajando en mi mentalidad de abundancia, hasta hace muy poco, de hecho se cuenta en horas, hace 58 horas aproximadamente, el día 14 de febrero, estaba en una reunión con mi grupo de inglés, todos riendo y diciendo “albures”, Todos estábamos reunidos en círculo enfrente de un asador de carne, cuidando nuestro trocito de chuleta, la sobrina pequeña de un compañero se me acerco a mi, yo la jale hacia mi diciendo
JPablo: “Cuidado, si te acercas mucho, Rikitix te dara un pompaso en la cara”
Mis compañeros rieron, Xim una compañera que estaba aun lado de mi, estira su mano, yo inocente solo observe el evento con susto, Xim le aplica la garra a Rikitix en las pompis, deje de respirar:
Rikitix: “Pablo, tranquilo, controlate”, Hahahaha.
Xim: Jajajaja, Pense que te daría una cachetada Pablito.
JPablo: ups…..
Rikitix: Lo siento Pablo, pero esta noche te vas a quedar con ganas.
JPablo… [No sabía qué decir, estaba en shock]
Para aliviar el estrés causado, abrace a Xim, Rikitix se había marchado del lugar cuando yo volví de mi estado de shock.
Yo confirmo que el abrazo:
Es un gran relajante —Gran liberador de estrés.
Mas de rato, recordando el evento algo traumatico para mi, reflexione y me dije, creo que les gusta que las toquen.
las vuelve locas…
PERO Depende de quien las toque y la historia que los ha acompañado
Rikitix sabe que yo tengo un interés reproductivo hacia ella, se lo he dicho verbalmente.
Notas finales:
El albur es en México un juego de palabras donde se intercambian frases con un sentido sexual más o menos oculto.
Pompis: Culo, Nalgas, Trasero etc.
Pompaso: Un golpe con la mencionada parte del cuerpo.
Los nombres de las compañeras fueron cambiados para proteger su identidad.