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¡Muy buenas Atractor! Bienvenido a esta décimo cuarta rayflexión, rayflexiones diarias. Métele ahí al like a Muerte.

Adoro esto, muchas gracias, porque la verdad que la cogida está siendo estupenda y, bueno, y mucha, mucha participación, gracias de verdad.

Llevamos con la pregunta de hoy, que es otra pregunta que me habéis dejado los últimos días estos, me estoy dejando unas preguntas que, si os estuviera cerca, os mataría.

En fin, ahora estoy ahí, pues bueno, enredando.

El caso, me dice Islante, me dice ¿qué pensás de la paternidad hoy día? Por el pensás veo que eres argentino y me pregunta eso, ¿qué pienso de la paternidad? La verdad que me hubiera preguntado.

A ver, espero no explicarme mucho, porque no tengo mucho que decir al respecto.

Lo único que puedo decir es que yo creo que nunca he querido ser padre, porque he sido quizá demasiado consciente de la responsabilidad que eso conlleva.

O no, o no es que he sido consciente, sino que he considerado, o sea, hay mucha gente, yo te veo que hay mucha gente que es padre, cuando hablo padre, me refiero a padre o madre, o sea, padres, que tienen hijos como si fuera eso, no sé, cualquier cosa, o sea, como si no supusiesen nada.

Y ahí, lo siento, pero hay otro punto de inflexión, ayer hablaba del punto de inflexión de de las, de las, de cuando empieza una relación, pues en una relación, cuando te casas, cuando te casas ahí, cuando tienes una hipoteca con ella, hay otro punto de inflexión, son decisiones que van a marcar tu vida muy bestia, y el tener un hijo es, vamos, yo creo que peor que la hipoteca, peor en el sentido de más estricto que la hipoteca y más que el matrimonio y todo eso, es algo ya, es una vida en común de un ser humano de por vida.

Entonces, por un lado, de las chicas que he conocido, te diría que solo ha habido una que pensé, o sea, que dije, esta, como madre, sí que estaría, sí que estaría abierta a la posibilidad, y se lo planteé, de hecho, aunque me dijo, sí, sí, claro, yo soy madre de tu hijo, siempre y cuando, tú hagas de padre convencional, ¿no? Y yo le dije, pues, ahí ya no te puedo, no, no, no es mi caso, yo, esto puede parecer muy egoísta, y puede serlo, yo dije, yo en todo caso, no quiero la obligación de ser padre, quiero la posibilidad de serlo, es decir, igual, o sea, si yo no me veo obligado a ser padre, igual soy un padrazo, pero si me veo en la obligación esta de, es tu hijo y tienes que, tal, no, porque soy una persona que, a ver, tengo obligaciones y hay que cumplirlas, pero, pero eso, ese es otro tema, ese es un tema, en mi caso, es un tema muy personal.

No obstante, lo cuento un poco para que te pongas en contexto y veas cómo pienso, ¿vale? Estoy un poco mal de la cabeza.

Y también, eso por un lado, y por el otro, es que no solo, solo de todas las mujeres las que he conocido, una, he pensado, ostras, y es la única que le dije, oye, y también le dije, lo dije, ¿qué te parecería?, pero que sepas que yo no voy a hacer, o sea, la parte que tú quieres de que yo esté ahí, de hecho, era una mujer que ya tenía entonces un hijo y estaba separada, entonces, realmente estaba haciendo lo mismo que yo le proponía, digo, quiero lo mismo que tienes con tu actual expareja, pero sin los malos rollos de que tú es pareja, yo voy a estar ahí cuando pueda y, seguramente, si tengo la opción de, si no tengo la obligación, no vas a tener quejas alguna, o sea, voy a estar, voy a darlo todo por mi hijo, pero en el momento que te dé algo a ti, no a mi hijo, sino a ti, no lo, o sea, seguramente lo voy a llevar mal y lo va a pagar mi hijo, y eso desde luego que no lo quiero, con lo cual, bueno, fue una anécdota, no trascendió, ni se dio, aun así, aunque me hubiera dicho que sí y demás, yo habría testado la cosa, habría puesto a prueba para hacer fiorarme de que, efectivamente, lo que dice es cierto, o si luego cuando, donde dije digo, digo, Diego, y entonces le hemos liado, que lo puedo hacer perfectamente y entonces le hemos liado, con lo cual, seguramente, es que no habría pasado nunca, pero bueno, aún así, yo pregunté y quise saber, ¿no? Y entonces, ser padre, estamos hablando de hace mucho tiempo, de 10 años o más, entonces, ser padre era otra cosa, realmente, o sea, había muchas menos variables, sería la palabra, pero ahora, ya solo con el tema de internet y de toda la información que hay y su vida de toda índole, desde la pornografía hasta, bueno, hay ejecuciones, hay una cantidad de cosas ahí que yo hace muchos años que no veo nada de eso, pero yo me acuerdo en su día cuando te lo tenían que pasar, no sé, que te ibas a descargar una película y de repente no era la película que te decían y cosas así, yo he visto cosas que no debería haber visto, o sea, he visto cosas que son muy desagradables, ya no solo pornografía, que bueno, la pornografía, siempre cuando sea pornografía, pues puedes hasta llevarte una alegría, porque es algo, es una cosa más natural y que, bueno, que tanto el actor como la actriz, pues han consensuado, están cobrando por ello y, bueno, te pueden dar una alegría, yo a mí la pornografía me gusta, también hay pornografía y pornografía, pero bueno, en términos generales, evidentemente no me gusta que mi hijo, con diez años o con cinco años, pues se encuentre algo de eso, no lo veo, no lo veo muy natural, porque eso es algo que a nivel diológico, pues yo supongo que sucedería de otra manera, pero bueno, ya no solo la pornografía, que por supuesto, sino que son muchas otras cosas, incluso ya solo las relaciones con tus compañeros a través de un grupo, de whatsapp, de lo que sea, o sea, el tener un terminal en el cual si no estás subiendo cosas en las redes o te pueden ignorar electrónicamente, o sea, que pase algo y te haga un bullying, pero electrónico, en una red social o lo que sea, son cosas que eran impensables en mi época, y yo recuerdo haberme formado bastante, me gusta mucho la psicología, al principio fue psicología sexual femenina, psicología en general femenina, por supuesto luego tuvo que ser masculina, porque tengo que entenderme a mí, tengo que entender a mis clientes, y entenderlas a ellas, y entender ese punto en común, y bueno, vas viendo y luego dices y cómo serán los niños e incluso los animales, cómo entender a los animales domésticos, a los animales no domésticos, a los salvajes, que también tiene su punto, si vas algún día por algún lado y te encuentras con un animal salvaje, con suerte saber un poco cómo reaccionar para que ese animal no te destroce, que ahí tampoco, o sea, no quiero ver en esa tesitura honestamente, pero bueno, el tema es que a pesar de haberme formado bastante en todas estas cosillas y curiosidades, y bueno, y sobre todo, cómo tocar un hijo, cómo poner límites, etcétera, de repente surgen las redes sociales como están ahora, la comunicación global, en fin, el mundo en el que vivimos ahora, y hubo un momento cuando llegan los smartphones, porque los smartphones, o sea, yo encontré los smartphones en el galaxy s3, que de hecho fue el primer terminal smartphone que tuve, yo ya sabía que existían, la gente los utilizaba, pero era un poco, es decir, smartphone, eso debe ser tontería, y luego no, resulta que eran mucho más smarts que los normal phones, los regular phones, bueno, cuando yo veo eso, y veo la capacidad que tengo en mi mano, a lo que puedo aspirar, todo lo que puedo hacer con una cosa como esta, o sea, es que ahora estoy aquí grabando un vídeo, en fin, veo que ya no tengo un teléfono delante, veo que tengo la biblioteca de Alejandría, y secretos oscuros, tenebrosos, o sea, lo tengo todo al alcance de mi mano prácticamente, o sea, de repente estoy mucho más influenciable, etcétera, cuando veo eso, de repente conecto los puntos y digo, ostras, cómo se hace ahora, cómo se hace una educación con un hijo ahora para que esto sea lo menos intrusivo posible, y yo no tengo todavía respuesta, no tengo ni idea, no sé cómo se hace, porque, de hecho, recuerdo que había un capítulo de una serie muy chula, de ciencia ficción, bueno, seguro que sabéis a cuál me refiero, que son todo utopías, pasan cosas súper extrañas, el primer capítulo va de que al primer ministro de Inglaterra le hacen tener sexo con un cerdo para devolverle a su hija o algo de eso, o a la princesa de no sé quién, no me acuerdo, pero vamos que, bueno, el caso que hay un capítulo donde a una niña le ponen que todo lo que sea chungo, su visión lo pone borroso, todo esto le han metido algún chip, alguna cosa, y tú puedes hacer que, por ejemplo, si alguien le enseña un vídeo desde su terminal, por ejemplo, un amigo con un socio de clase le enseña un vídeo porno a esa niña, claro, tú aquí ahora no puedes hacer nada, o sea, yo puedo evitar que su móvil tenga restricciones y cosas, pero si un padre de todos no ha hecho eso, ahí se puede difundir a raíz del móvil del terminal de ese niño, en este caso, ella tenía la opción de, o sea, existía la opción de pixelar la mirada de la niña, incluso podrías hacer que no viera gente, en fin, se podrían hacer cosas bastante descabelladas, que por un lado dices, ostras, eso sería una solución interesante, y por otro dices, ya, pero no, o sea, tampoco la solución interesante, porque al final, o sea, al final igual está yendo en un mundo de cristal que el día que empieza a ver cosas, no sé, no encaja, sigue siendo una utopía, y no recuerdo muy bien cómo terminaba eso, creo que acababa bastante mal el episodio, porque efectivamente, pues, bueno, en fin, entonces, yo la paternidad, la veo, bueno, yo siempre la he visto como un reto complicadísimo, y creo que mi forma de pagar no ser padre es ayudando a otros hombres a realizarse en relaciones sexualmente y demás, creo que es mi forma de hacer de padre, por así decirlo, porque no estoy dispuesto a hacerlo con mi hijo y fallarle, si no lo sé hacer bien con mi hijo y luego es un subproducto mierder de mi mala gestión, no sé si podría llevar bien, no sé si superaría algo así, la verdad, o sea, eso sí que me ha dado mucho, mucho, mucho respeto e incluso miedo, entonces, ahora, ahora, o sea, ya con ese Samsung S3, que no os recuerdo, supongo, sería en 2015, sería el año, por ahí, y ahí ya dije, madre mía, ya he llegado tarde, o sea, ahí ya tenía treinta y cinco años, creo que tenía, por aquel entonces, o treinta y cuatro, o treinta y tres, no sé decir, treinta y algunos, y pensé, ya está, o sea, si hubiera empezado, si lo hubiera tenido a los veinte y algo, y ahora ya el niño tiene diez años, y en diez años más, pues igual, como pasa, o sea, está pasando la adolescencia cuando están llegando los smartphones, igual me podía ir medio salvado y haber esquivo a la bala, quizá, quizá no, pero desde luego a esa edad dije ahora van a pasar veinte años, sí, el supuesto de que lo tuviera ahora, y dentro de veinte años, o sea, estamos hablando de 2015 a 2035, o sea, estamos en 2023 casi, y imagínate 2035, qué coño, cómo coño va a ser el mundo, yo ya ahí, y he buscado soluciones, he estado, he buscado gente de abogos y tal, que hablan de eso y tal, a mí no me ha convencido, o sea, yo no he visto nada que diga, ostras, qué bueno, gracias, no he dicho, básicamente es cruzar los dedos, currárselo mucho y esperar que no haya un punto de fuga que no depende de ti, pues, demasiadas variables que se me escapan, que yo las puedo entender, o sea, que yo entendería muchas otras, como que mi hijo salga a la calle, se pueda jugar y vuelva y se haya roto una pierna y cosas así, a mí me ha pasado, o sea, como niño me ha pasado a mí, y esas son cosas que vale, pero otra cosa es traumas psicológicos a muy temprana edad por ver cosas que realmente no son reales, o sea, cuando ves un, o sea, todo el tema este de pornografía y demás, eso es ficción de por sí, o incluso si hay vídeos muy desagradables de accidentes y cosas así, que son reales, pero que tú no vas por la calle viendo de esos accidentes todos los días, y además igual ves, normalmente ves que hay ambulancias de cosas y dices, vamos por aquí, no pintamos nada, no queremos ver cosas chungas, pero es que ahí tú estás viendo que se ha grabado y lo puede ver a cámara lenta, puede verlo todo, puede ver cosas muy desagradables y que no lo quiero para mi hijo o mi hija hasta que no sea necesario o que sea beneficioso incluso, bueno esto tienes que verlo porque esto existe y hay que saberlo, pero cosas que son, pues eso, un accidente en a tomar por saco o un atentado no sé dónde, cosas que realmente no son de tu día a día y saberlos o no, no te va a cambiar la vida para bien y sí que te lo va a cambiar para mal, pues bueno, no, no te interesito, así que bueno, solo te puedo decir que, bueno, aparte del tema de las relaciones y de las separaciones y de cómo está ahora, por lo menos en España, que la custodia para ella, en fin, luego ya hay temas políticos y judiciales o lo que sea, jurídicos, no sé, hay temas ya de, temas civiles bastante delicados porque se puede, o sea, ahora mismo tener un hijo con una mujer puede significar tu quiebra, si ella así lo decide, pues son unas responsabilidades, es como hacer una hipoteca y que no te hagas una hipoteca porque tienes que, porque es mejor comprar que alquilar, eso es una mentira, o sea, un alquiler se puede disolver de la noche a la mañana, una hipoteca no, una hipoteca es una deuda de décadas, pues un hijo es una responsabilidad por vida, y si tu pareja no está a la altura, la que se puede liar, entonces, bueno, mi opinión es respeto infinito para todos los valientes que son padres o que quieren ser padres, mi total apoyo incondicional y si algún día puedo ayudar a esos hijos a entender mejor a las mujeres, así mismos, y a hacer un mundo mejor, yo encantado de verles, pero desde la barrera, en fin, coméntame qué te ha parecido esta reflexión, una reflexión bastante, aquí hemos tocado hueso, porque yo, es un tema muy, muy, es un tema que durante toda mi vida, pues ha sido bastante delicado, y dale al me gusta, si te gusta que me deas un besito así, de hecho al no me gusta ya no hace falta que lees, porque no representa nada, no puedo ni siquiera yo en el panel de control ver si no te gusta lo que he dicho, sale solo los me gusta, así que ese botón lo podrían quitar, o sea, para la función que tiene, mejor lo quitas y que la gente no le dea a me gusta.

Por lo demás, comentarios, cualquier cosa, si quieres preguntarme algo, recuerda poner interrogantes para que así lo pueden encontrar más fácilmente, y poco más, lo que suelo decir al final siempre, mucho ánimo, más energía, y que de los resultados no deseados de tus decisiones saques excelentes conclusiones.

Hasta mañana.